"El tema de la investigación no está cerrado para nosotros y volveremos a este de forma adecuada y en el momento oportuno si la situación no cambia", asentó Polianski en su canal de Telegram.
Añadió que la cuestión "sigue siendo predeciblemente incómoda para los occidentales", quienes están claramente nerviosos por responder a las preguntas de Rusia.
Los representantes occidentales ante el Consejo de Seguridad de la ONU están alentando a Dinamarca, Alemania y Suecia a no acelerar sus investigaciones nacionales, agregó el representante ruso.
"Sin embargo, no todos los miembros del Consejo piensan así, muchos de ellos están desconcertados por el hecho de que los alemanes y los escandinavos no se están apresurando y todavía no comparten información con el Consejo de Seguridad acerca del progreso de sus indagatorias. Esto incluso podría ser un tema de falta de respeto al Consejo, que claramente ha pedido a los tres países que se apresuren", mencionó Polianski.
"Aparentemente, la comprensión de nuestra posición está en aumento, lo que ya aísla obscenamente a los occidentales ante los ojos de la mayoría de los miembros de la ONU", agregó.
Además, Polianski señaló que el sabotaje sólo podría haberse llevado a cabo con el apoyo directo del Estado y comentó que las versiones en los informes de los medios sobre "ucranianos organizados que supuestamente no están relacionados con el régimen de [Volodímir] Zelenski" son absurdos.
Por otro lado, mencionó que Estados Unidos y sus aliados todavía tienen que proporcionar pruebas y hechos convincentes de que no participaron en el sabotaje.
13 de junio 2023, 18:12 GMT
Las declaraciones de Polianski ocurren un día después del encuentro a puerta cerrada entre el funcionario y los otros miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
Moscú ha intentado que las Naciones Unidas indaguen los motivos de las explosiones ocurridas el 26 de septiembre de 2022 en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que fueron calificadas por el Kremlin como un sabotaje premeditado y un acto terrorista. Sin embargo, el organismo ha rechazado las sugerencias rusas en varias ocasiones.
Diversos reportes periodísticos apuntan a que las fuerzas de seguridad de Ucrania, en conjunto con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Estados Unidos, estarían detrás de los ataques.
Por ejemplo, el periodista ganador del Premio Pulitzer Seymour Hersh informó que buzos estadounidenses habrían sido quienes colocaron las bombas submarinas con las que se destruyeron los gasoductos rusos.
A inicios de junio, el canal de televisión pública neerlandesa NOS y los medios alemanes Die Zeit y ARD publicaron un reportaje en el que aseguraron que el Servicio de Inteligencia militar neerlandés se enteró de los planes de Kiev para destruir los gasoductos.
De acuerdo con el trabajo informativo, el jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el general Valeri Zaluzhni, habría estado encargado directamente de la operación de sabotaje que originalmente estaba contemplada para junio de 2022, pero que habría sido pospuesta luego de que la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) persuadiera a Ucrania para no efectuar la agresión.
Países como Alemania, Dinamarca y Suecia, que en un primer momento acusaron al Kremlin de las explosiones, han realizado investigaciones cuyos avances se desconocen, y se han negado a investigar de manera coordinada con Moscú lo sucedido.
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