"Doy la bienvenida a ese movimiento. Brinda un ejemplo, es pacífico y unido. Los sindicatos lograron expresar los temas que los políticos, incluida la izquierda, no pudieron llevar al debate público: las cuestiones de trabajo y empleo, el poder adquisitivo", afirmó Anne Hidalgo a la emisora Radio France Inter.
En opinión de la política, se trata de "preguntas clave, y muestran que el sistema del Estado es profundamente injusto".
"Seguirá castigando a los más pobres, pero sobre todo demuestra el colapso total de nuestra democracia", subrayó.
Al responder a la pregunta sobre las pancartas con un emoticono guiñando un ojo que aparecieron en el edificio del Ayuntamiento de la ciudad la noche del 5 al 6 de junio, Hidalgo destacó que es una muestra de solidaridad de esa institución con los manifestantes.
Hidalgo criticó el sistema francés, en el que no se consultó con la gente antes de aprobar un proyecto de ley tan importante como la reforma de pensiones, ni se organizó un debate en el Parlamento, y señaló que en Francia "se observa el fin de la democracia parlamentaria".
La alcaldesa parisina, al comentar los comicios en el país, en los que el presidente francés, Emmanuel Macron, superó a Marine le Pen, líder del partido de extrema derecha Unión Nacional, señaló que "nadie votó a favor de la reforma de las pensiones, todos votaron en contra del riesgo que representa la extrema derecha".
Antes de las manifestaciones del 1 de mayo en París el edificio del Ayuntamiento de la ciudad ya lucía lemas de apoyo a los manifestantes. En dos lienzos de color azul oscuro se colocó un letrero que confirmaba que la entidad "se solidariza con el movimiento social". Más tarde, el Tribunal Administrativo de París ordenó retirar esos letreros de la fachada.
Hoy, 6 de junio, en Francia se celebrará la 14 protesta nacional contra el aumento de la edad de jubilación en el país.
El pasado 14 abril, el Consejo Constitucional de Francia validó el artículo clave del proyecto de ley sobre la reforma de pensiones, que supone un aumento gradual para 2030 de la edad de jubilación, de 62 a 64 años. Al día siguiente, el presidente francés firmó la ley, tras lo cual el documento fue publicado en el boletín oficial y entró en vigor. El Gobierno francés justificó la reforma con que carece del dinero necesario para pagar las pensiones a los jubilados.
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