En las últimas semanas, Henry Kissinger ha concedido varias entrevistas a medios anglosajones, desde la revista The Economist hasta la señal CBS, con motivo del centenario de su nacimiento.
El último reportaje en ver la luz, publicado el viernes 26 de mayo, fue el que le cedió al diario Wall Street Journal, donde el secretario de Estado y Consejero de Seguridad Nacional de los gobiernos de Richard Nixon y Gerald Ford entrega reflexiones llamativas sobre la política exterior de EEUU y la actualidad mundial, incluyendo el conflicto en Ucrania.
Al respecto, Kissinger, una de las voces más reconocidas con respecto a la diplomacia, dice que "la oferta de incluir a Ucrania en la OTAN fue un grave error" y esto
desembocó en la operación militar especial. Kissinger añade en la entrevista que
él se había opuesto en aquel momento a la idea, que también incluía el ingreso de Georgia a la OTAN.
En otros pasajes de la entrevista, el exdiplomático se muestra crítico de cómo EEUU lleva adelante su política exterior en la actualidad y sobre la manera en la que maneja las relaciones con China, país con el que EEUU comenzó a normalizar sus relaciones a comienzos de los 70 gracias a los designios de Kissinger.
En su opinión, la política exterior del presidente Joe Biden no es mejor que la de Donald Trump: "Ha sido muy similar. La política es declarar a China como un adversario y luego exigirle al adversario concesiones".
Este enfoque, dice, es equivocado, ya que en su visión lo mejor sería "presentar las relaciones con China como una preocupación mutua en la que se hacen acuerdos porque ambas partes piensan que es lo mejor para ellos”.
¿No ve el Sr. Kissinger a China como un adversario?, se pregunta el medio y dice que Kissinger elige "cuidadosamente sus palabras":
Por eso, Kissinger, quien define a Xi Jinping como el líder chino más fuerte globalmente que cualquier antecesor, recomienda al Gobierno de EEUU que se abstenga de ser antagónico con el gigante asiático y busque en su lugar el diálogo, con el objetivo de buscar reducir las chances de un conflicto militar.
Hablando con el medio de las ambiciones de China, Kissinger contesta: "No creo que deseen extender la cultura china por todo el mundo". Según sus palabras, Pekín busca la seguridad, no la dominación mundial, pero sí esperan ser la potencia dominante en Asia. Pero eso puede conllevar, según la visión del exsecretario, que Japón, en respuesta, "desarrolle sus propias armas de destrucción masiva".
Ofrece un plazo de "tres, o cinco, o siete años" para que eso ocurra. "No estoy instando a ello", subraya, "y si puede, debería dejarlo claro en su artículo. Intento hacer un análisis", concluye hablando con el WSJ.