El primer monumento es un busto del primer ministro rumano, Octavian Goga. En 1938 "aprobó leyes que privaban de la ciudadanía a un tercio de los judíos y fundó el Partido Nacional Cristiano, con una esvástica en su emblema, y aplaudía los actos de violencia contra los judíos".
"Se trata de un antisemita atroz", afirmó Efraím Zuroff, director del Centro Simon Wiesenthal, al periódico The Jerusalem Post.
Otro monumento se encuentra en el parque Valea Morilor de Chisináu, y Zuroff lo calificó de "extremadamente ofensivo". Es un fragmento de un monumento dedicado a la liberación de Besarabia por el Ejército rumano que luchó del lado de la Alemania nazi.
"En esa época, fueron asesinados 150.000 de los 205.000 judíos de Besarabia", explicó el representante del centro.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, señaló que Occidente considera a Moldavia como "la próxima Ucrania". En un intento de convertirse lo antes posible en miembro de la UE y la OTAN, las autoridades están dispuestas a dejar que la política la dicten desde el exterior en Moldavia, transfiriendo a Occidente el derecho a tomar decisiones clave. Chisináu sigue el ejemplo de los regímenes nacionalistas de Ucrania y los países bálticos en su política de rusofobia y rechazo del pasado soviético, destacó el ministro.

28 de febrero 2023, 22:00 GMT