"En este estatus, España puede trabajar duro para promover las relaciones China-UE de varias maneras. En particular, para mediar en la atenuación de las contradicciones políticas chino-europeas. España es mucho más amistosa con China que otros países de la UE; en los últimos años, las relaciones chino-españolas se han desarrollado sin problemas, con intercambios económicos y humanitarios regulares entre ambos países".
Agregó que España tiene una visión bastante imparcial de China. Siguiendo intereses políticos grupales en la UE, puede hacer comentarios críticos sobre China sobre cuestiones ideológicas, pero en general España no ha tomado ninguna medida específica que perjudique las relaciones chino-españolas.
"En algunas cuestiones internacionales y problemas internos, España y China comparten puntos de vista iguales o similares. Por ejemplo, las actitudes hacia la unidad del Estado. Dado el peso generalmente sólido de España en la política europea, como presidencia de turno de la UE, podría crear una atmósfera favorable para el desarrollo de los intercambios y el diálogo entre China y la UE", afirmó Yang Mian.
Asimismo, el experto destacó que China quiere que los europeos sean autosuficientes. Prefiere hablar con los líderes europeos como europeos que como políticos que abogan por la solidaridad euroatlántica.
"En las conversaciones en Pekín se hablará seguramente de la necesidad de autonomía estratégica para Europa y la parte china hablará de la necesidad de construir relaciones chino-europeas sin interferencias y mucho menos presiones de terceros. Esto redunda, sobre todo, en interés de los propios europeos, así como en su cooperación mutuamente beneficiosa con China", expresó.
Por su parte, Wang Zhimin, director del Instituto de Globalización y Modernización de China de la Universidad China de Economía y Comercio Exterior subrayó que la necesidad de Europa de desarrollar lazos mutuamente beneficiosos con China crece a medida que Estados Unidos socava su economía.
"Europa, incluida Francia, se ha visto sometida a una presión considerable por parte de Estados Unidos. Washington utiliza el conflicto en torno a Ucrania para debilitar a Rusia y solo persigue sus propios intereses, por ejemplo, vendiendo GNL a Europa a un precio elevado. Esto aumenta el coste de la vida para los europeos y debilita el poder económico de Europa.
Añadió que el deseo de Europa de cambiar la economía la empuja sin duda hacia China, ya que necesita imperiosamente el mercado chino.
"En noviembre de 2022, el canciller alemán, Olaf Scholz, visitó China y volvió a casa con unos 100.000 millones de dólares en pedidos", constató.
El 30 de marzo es el primer día de la visita de dos días a China del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
A principios de abril, se espera en Pekín al presidente francés, Emmanuel Macron, que invitó a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a unirse a su delegación. El mandatario galo explicó la medida por su deseo de hablar a China con la misma voz que la UE.
Los líderes de España y Francia, así como la presidenta de la Comisión Europea, mantendrán intensas conversaciones con los dirigentes chinos, que afinarán el vector de las relaciones bilaterales y marcarán el tono de los lazos de China con la UE. Se espera que España, que asumirá la presidencia de la UE en el segundo semestre del año, aporte su propia contribución al desarrollo de la cooperación chino-europea.
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