El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Nasser Kanani, calificó como "terroristas" los ataques que realizaron las fuerzas estadounidenses el pasado 24 de marzo, como respuesta a un ataque en contra de sus instalaciones ubicadas en Haska, y el cual, según Washington, fue perpetrado por un dron "de origen iraní".
Al respecto, Kanani afirmó que la ofensiva alcanzó blancos civiles, por lo cual es una violación al derecho internacional.
"La continuación de la presencia militar ilegal de Estados Unidos y la ocupación de partes del territorio sirio y el ataque a varios objetivos en este país es una violación de las leyes internacionales y la soberanía nacional e integridad territorial de este país", declaró el vocero de Teherán.
En este sentido, el funcionario iraní sostuvo que la Casa Blanca usa como pretexto el combate al Estado Islámico en Siria para el saqueo de los recursos naturales de esa nación.
"La afirmación de EEUU de estar en Siria para luchar contra el Estado Islámico, en cuya creación él mismo tuvo un papel importante, es solo una excusa para continuar con la ocupación y el saqueo de la riqueza nacional siria, incluidos sus recursos energéticos y sus granos", acusó Kanani.
Sobre la acusación del uso de drones iraníes, el diplomático afirmó que "los funcionarios estadounidenses siempre hacen acusaciones infundadas no probabas y emiten juicios basados en ellas, pero la Casa Blanca debe saber que este método está desactualizado".
Luego del ataque estadounidense, el coordinador de Comunicación Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, afirmó que Washington no busca un conflicto armado con Irán y que no planean mover sus tropas de Siria.
"Siempre vamos a actuar para defender a nuestras tropas y eso no va a cambiar, nuestra misión de destruir al Estado Islámico no cambiará. Tenemos menos de 1.000 soldados en Siria dedicados a esta tarea", declaró Kirby.