En el
evento, al que acudirán 14 jefes de Estado, tampoco estará presente el secretario de Relaciones Exteriores mexicano,
Marcelo Ebrard. En su lugar, acudirá el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Administración,
Maximiliano Reyes.
Son 22 los países que conforman la Cumbre, tres de ellos europeos, Andorra, Portugal y España, y el resto americanos, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, el anfitrión República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
Además, figuran como observadores Bélgica, Corea del Sur, Filipinas, Francia, Haití, Italia, Japón, Marruecos y los Países Bajos.
"Esta cumbre abre espacios para, por ejemplo, en el caso mexicano, no concentrar solamente nuestros esfuerzos hacia
Estados Unidos, sino para tener otros horizontes en los cuales discutamos problemas de la región, con posible cooperación internacional de otros continentes", comenta para Sputnik la analista internacional de la
Universidad Finis Terrae (Chile),
Ana Vanessa Cárdenas.
La especialista mexicana señala que la inasistencia de López Obrador y de Ebrard a este evento no es un asunto menor, debido a que acuden los gobernantes más importantes de la región.
Además, aunque el mandatario mexicano ha insistido en que la "mejor política exterior es la interior", la internacionalista Cárdenas expone el que no acuda ni él ni el canciller a la Cumbre Iberoamericana envía un mensaje en dos vías: que
Ebrard está concentrándose en su carrera política, de cara a las elecciones presidenciales de 2024, y que el jefe de Estado desea quitarle protagonismo al titular de la
Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Sumado a esto, las confrontaciones previas del Gobierno mexicano con España, que forma parte de este evento, abonan a mantener una relación ríspida entre la Ciudad de México y Madrid.
"Creo que Andrés Manuel ha mostrado muy claramente poco interés en forma y en fondo [en mejorar el vínculo diplomático], desde estas demandas para que
España nos pida disculpas por las cuestiones históricas hasta el tratamiento diplomático, el tiempo que se tarda en mandar a nuestro jefe de Misión, a nuestro embajador a España (…). Esto también demuestra que España hoy no es un
socio prioritario para México, sino que es de segundo nivel y, claro, agudiza las diferencias que tenemos con [esa nación]", apunta.
La experta en temas internacionales detalla que algunas de las posibles consecuencias de que el presidente mexicano no se presente en la Cumbre Iberoamericana, además del debilitamiento en el lazo con la Unión Europea, es no poder abordar problemáticas relacionadas, por ejemplo, con el desarrollo sostenible, desde una perspectiva más global.
A este evento tampoco acudirán los mandatarios de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de El Salvador, Nayib Bukele.