Meses después de que comenzaran las tensiones entre
Rusia y
Ucrania, el Fondo Monetario Internacional (
FMI) y otros organismos como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (
FAO) advirtieron que cerca de 50 países corren un riesgo real de sufrir
escasez o algún tipo de
inseguridad alimentaria debido a la
inestabilidad geopolítica en Europa del Este.Con el paso del tiempo, el mundo se dio cuenta de que Rusia y China, dos de los grandes productores y exportadores de alimentos y fertilizantes, son esenciales para el suministro de comestibles en los cinco continentes. De hecho,
Malaui enfrenta problemas de seguridad alimentaria debido a las
complicaciones de transportación que tuvo un cargamento de 262 toneladas de
fertilizantes rusos.
Pese a las afectaciones a nivel global,
Estados Unidos y sus aliados de la
Unión Europea (UE) insisten en
seguir sancionando a Rusia y seguir suministrando armamento a Kiev, agravando paulatinamente el conflicto.
De hecho, aquel único barco con fertilizantes rusos donados a Malaui por mediación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no logró llegar a su destino en cinco meses, denunció el embajador ruso en Ankara, Alexéi Yerjov. El cargamento, dijo, fue bloqueado en Letonia, Estonia, Bélgica y los Países Bajos, todos ellos aliados de Washington.
"Al igual que los semiconductores se han convertido en un pararrayos de las fricciones geopolíticas, la carrera por los fertilizantes ha alertado a Estados Unidos y a sus aliados de la dependencia estratégica de un insumo agrícola que es determinante para la seguridad alimentaria", indica Bloomberg.
"Si tienes el estómago lleno, puedes defender tu casa, puedes defender tus fronteras, puedes defender tu economía",
aseguró.