"Pretendemos volver a los ingresos y gastos del nivel pre-crisis de la pandemia, que es 18,7% [del PIB] en el Gobierno federal; si conseguimos eso en dos años, conseguimos acabar con el déficit, y eso será más fácil si aprobamos la reforma tributaria", explicó Haddad.
El equipo del ministro de Economía se fijó como una de sus prioridades para los seis primeros meses de Gobierno aprobar una reforma tributaria que simplifique la forma de pagar impuestos y que a la vez ayude a la recaudación para las arcas públicas.
Se espera que las cuentas del Gobierno registren en 2022 el primer saldo primario positivo (sin contar los intereses de la deuda pública) desde 2014.
No obstante, el presupuesto que aprobó el Congreso Nacional a petición del Gobierno de Jair Bolsonaro contempla un agujero en las cuentas públicas de 231.500 millones de reales (casi 45.300 millones de dólares).
La semana pasada, el equipo económico del nuevo ejecutivo de Lula da Silva anunció medidas para reducir el déficit y contener el aumento de deuda pública.
Se espera que con esas medidas las cuentas del Gobierno registren un agujero de 100.000 millones de reales (más de 19.500 millones de dólares) en 2023, lo equivalente al 1% del PIB, aproximadamente.

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