En las conversaciones, México expuso su política de seguridad alimentaria, de la cual destacó tres objetivos: "preservar su patrimonio biocultural, al ser centro de origen de más de 60 razas de maíz; seguir garantizando su autosuficiencia en el maíz para el uso de tortilla, así como fortalecer la seguridad alimentaria en América del Norte", dijo en un comunicado la Presidencia.
La reunión es en seguimiento a la visita que hizo el mes pasado a México el secretario de Agricultura de EEUU, Thomas J. Vilsack, ante un decreto del presidente Andrés Manuel López Orador que prohíbe a partir de 2024 las importaciones de maíz genéticamente modificado, por unos 5.000 millones dólares anuales.
La delegación mexicana sostiene que la política en la materia "garantiza el respeto de los compromisos comerciales, ofreciendo certidumbre regulatoria y criterios estandarizados y estables, tanto para productores como para importadores de maíz norteamericano".
Los negociadores sostienen que "el beneficio mutuo de la relación complementaria que ambos países han consolidado en materia agrícola" y afirman que "se escucharon las inquietudes del Gobierno de EEUU".
Al final del encuentro, las partes acordaron "continuar las conversaciones constructivas" con el fin de que en enero de 2023 se pueda consolidar un entendimiento mutuo que garantice "certidumbres jurídicas a todas las partes".
México anunció la semana pasada que el decreto presidencial para prohibir la importación de maíz transgénico se podría aplazar hasta 2025, después de la actual administración que termina en 2024.
La delegación mexicana estuvo compuesta además por titulares de Economía, Raquel Buenrostro; de Agricultura, Víctor Villalobos; de Medio Ambiente, María Luisa Albores; de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Alejandro Svarch, y de la unidad para América del Norte de la cancillería, Roberto Velasco.
9 de diciembre 2022, 15:42 GMT
Los anfitriones fueron Vilsack; la titular de la Oficina de Representación Comercial, Katherine Tai; el subsecretario del Departamento de Estado (cancillería), José Fernández; y el subsecretario de Agricultura para Asuntos Internacionales, Jason Hafemeister, entre otras autoridades de Washington.
El presidente de México firmó un decreto a finales de 2020 para prohibir el maíz transgénico aludiendo el daño que causa a la biodiversidad mexicana, en la cual coexisten hasta 62 variedades de maíz nativo.
Hoy por hoy, solo se puede introducir maíz amarillo genéticamente modificado a México con fines de alimentar al ganado; sin embargo, la meta es que para 2025 se llegue a la prohibición total de cualquier tipo de transgénico.
25 de agosto 2022, 19:50 GMT
Sin embargo, la medida no ha sido bien recibida en EEUU, pues alegan que esta afectará gravemente la economía del país. Rechazar el maíz transgénico podría establecer un precedente que afectaría el enorme crecimiento que ha tenido el campo estadounidense gracias a este tipo de alimentos. Según un estudio de PG Economics, entre 1996 y 2015, el uso de este tipo de alimentos aumentó la producción global en más de 357,7 millones de toneladas.
Actualmente, el asunto se discute por medio de paneles de controversia solicitados por EEUU contra México en el marco del T-MEC.
Ambos Gobiernos negocian otros temas, como unos 10.000 millones de dólares en inversiones estadounidenses en generación de energéticas renovables, fotovoltaica y eólica, y las reglas de origen de la industria automotriz.
El 9 de enero los tres países de Norteamérica celebrarán en la capital mexicana una Cumbre de Líderes, a la que acuden el presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro canadiense Justin Trudeau.
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