"Estamos insistiendo en nuestra participación en la investigación y en su carácter transparente. Mantenemos contactos con todas las partes que efectúan la investigación, subrayando la importancia de hacerlo, porque se hizo daño a una infraestructura de importancia crítica", señaló.
El pasado 26 de septiembre, la empresa Nord Stream 2 AG, operadora del gasoducto homónimo ruso, informó de una fuga de gas provocada por causas desconocidas en una de las dos tuberías de la infraestructura cerca de la isla danesa de Bornholm. Más tarde trascendió que las dos líneas del gasoducto paralelo Nord Stream 1 también habían sido dañadas.
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia catalogó las explosiones de ataques terroristas y el 30 de septiembre desveló la posesión de evidencias que apuntaban a la implicación de determinados países occidentales. La Fiscalía General rusa abrió una investigación por terrorismo internacional tras los daños a las dos tuberías en una zona del mar Báltico.