Desde muy temprano cientos de personas se manifestaron a lo largo del país sudamericano, en respuesta a decenas de convocatorias realizadas por distintos colectivos para
conmemorar un nuevo aniversario del estallido social de 2019.Fueron nuevamente los estudiantes secundarios quienes inauguraron las protestas de esta jornada ingresando a algunas estaciones de metro para colgar lienzos o llamar a
evadir el pago del pasaje del tren subterráneo, acción que dio inicio a la revuelta el 18 de octubre de 2019.
Los estudiantes secundarios se reunieron a las 11:00 en la llamada
zona cero del estallido social, en la Plaza Baquedano de la capital chilena, conocida también como Plaza Italia y Plaza de la Dignidad, donde volvieron a plantear sus demandas por una educación digna y de calidad.
La convocatoria invitaba a marchar por la avenida Providencia, principal arteria de la capital chilena, recorrido que sólo avanzó dos cuadras debido al fuerte contingente policial desplegado en Plaza Dignidad, que comenzó a reprimir a los manifestantes con carros que lanzaban agua.
La masiva presencia policial fue coordinada el lunes 17 en el Palacio Presidencial por autoridades responsables de la seguridad pública. El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, señaló: "Cerca de 25.000 funcionarios van a estar desplegados en distintos lugares de Chile de manera preventiva para evitar que ocurran alteraciones del orden público, que haya alteraciones a la seguridad pública y hechos de violencia".
A la misma hora que los secundarios eran reprimidos, el presidente
Gabriel Boric daba un
discurso por la conmemoración del estallido social, mensaje donde reconocía que no han existido grandes avances a los petitorios de la ciudadanía.
Ximena Muñoz, activista de derechos humanos, es aún más crítica que Boric respecto a los avances de su administración. "No hemos logrado nada, incluso hemos retrocedido, y nos encontramos de nuevo en una gran traición: que aquí los ricos han hecho un enroque y nada más", dijo a Sputnik.