El buen desempeño electoral del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue una de las sorpresas de la primera vuelta celebrada el 2 de octubre en el país más grande de Sudamérica. Es que, si bien el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) fue el más votado con más del 48% de los votos, Bolsonaro obtuvo el voto de 51 millones de brasileños, el 43,2% de los habilitados.
En diálogo con Sputnik, el politólogo argentino Julio Burdman destacó que Bolsonaro "no solo sorprendió a nivel presidencial, sino también con sus candidatos estaduales".
El propio presidente brasileño hizo un racconto de su éxito a través de Twitter: "Elegimos gobernadores en primera vuelta en ocho estados y elegiremos a nuestros aliados en otros ocho estados en esta segunda vuelta", repasó, para concluir que "el 60% del territorio brasileño será gobernado por quienes defienden nuestros valores y luchan por un país más libre".
3 de octubre 2022, 07:20 GMT
Entre las victorias bolsonaristas más sonadas estuvo la reelección de Claudio Castro en el estado de Río de Janeiro y el primer lugar —aunque habrá segunda vuelta— de Tarcísio Freitas en el estado de Sao Paulo.
Otros gobernadores aliados de Bolsonaro tuvieron victorias contundentes como Ratinho Junior en Santa Catarina, donde ganó con el 69% de los votos, o en Mato Grosso, donde Mauro Mendes fue reelecto con el 68,45%.
El bolsonarismo también festejó en las elecciones legislativas, ya que consiguió hacerse de una bancada de 99 diputados, siendo la primera fuerza en la cámara baja.
"Una de las novedades es que Bolsonaro logró armar un frente nacional. No sé si será un partido estable o cuánto va a durar o si va a sobrevivir a su figura pero lo que armó es algo distinto a lo que hizo la derecha en otras oportunidades", argumentó.
Burdman apuntó que la coalición bolsonarista se presenta menos "dispersa" que la construida por Lula, tiene varios apoyos en manos de dirigentes de los partidos del centro, como el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) y el Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). La red de apoyos al presidente, según Burdman, muestra dirigentes que han construido una "identidad política bolsonarista" y desde allí han ganado elecciones.
El experto aclaró, de todos modos, que la fortaleza de esa construcción política será puesta a prueba en el caso de que Lula prevalezca en la segunda vuelta. "Tengo dudas de cuánto va a durar el bolsonarismo si Bolsonaro pierde", advirtió el analista, señalando que las alianzas en el Congreso pueden ser más endebles que las del actual presidente con los gobernadores.
Seguridad, economía y valores cristianos
Para Burdman, que Bolsonaro haya obtenido más de 51 millones de votos no puede explicarse simplemente por la existencia de un voto "anti Lula". Por el contrario, existen elementos que indican que para un sector importante de la población brasileña, el Gobierno de Bolsonaro tuvo aspectos positivos.
"Creo que Bolsonaro consolidó ciertas demandas en el tema de seguridad y también hay mucha gente que asocia a Bolsonaro con una buena gestión económica. Las demandas de sectores como el campo y los valores cristianos también fueron consolidando un electorado propio", resumió.
Burdman también admitió que quizás los análisis hechos en 2018, cuando se interpretaba que Bolsonaro solo ganó por el voto 'anti PT', habían "subestimado elementos más identitarios de la derecha".
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