Ucrania intenta impedir
la celebración de referendos en Zaporiyia, Jersón, Lugansk y Donetsk sobre la adhesión a Rusia que se realizan a lo largo de cinco días, desde el 23 de septiembre hasta el 27 de septiembre. El régimen de Kiev planea "crear'"20 administraciones militares en el territorio de la actual República Popular de Lugansk (RPL). Anteriormente, el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, ordenó "formar" 15 autoridades de este tipo en la región de Jersón.
Sin embargo, los expertos creen que estas administraciones solo funcionarán sobre el papel y no tendrán ningún peso político ni significativo real.
Así, el miembro del Centro de Estudios Europeos Vladímir Olénchenko
afirmó que tales decretos de Zelenski deben ser percibidos como la negativa del régimen de Kiev a reconocer el derecho de los residentes de los territorios liberados a formar parte de la Federación de Rusia.
Su opinión es compartida por el profesor asociado de la Academia de Trabajo y Relaciones Sociales, candidato a ciencias políticas, Pável Feldman. El experto explicó que el decreto de Zelenski está "destinado a mantener la ilusión de la presencia política de Kiev" en los territorios fuera de su control.
"La idea de formar 20 administraciones falsas es una ocasión informativa creada artificialmente para que los países occidentales impongan sanciones adicionales a Rusia inmediatamente después de que se anuncien los resultados de la votación popular", subrayó Feldman.
Pero, a pesar de todo, el analista enfatiza que las autoridades ucranianas son "plenamente conscientes de su incapacidad para influir en la votación".
Al bombardear constantemente las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk y enviar saboteadores, el régimen ucraniano intenta intimidar a la población pacífica, decaró Feldman.
"Ahora están pasando de una estrategia de intimidación a los civiles a un ajuste de cuentas abierto con los que organizan y participan en los referendos", añadió el experto.
Sin embargo, con estas acciones agresivas, el régimen de Zelenski está consiguiendo el efecto contrario, cree el analista. En su opinión, los constantes bombardeos y sabotajes "solo consiguen alejar a los residentes de la RPL, la RPD, y las regiones de Zaporiya y Jersón de Kiev".
"Creo que la lógica de los habitantes de los territorios liberados es que solo formar parte de Rusia hará más seguras sus vidas y las de sus hijos. La gente espera que los resultados de su voluntad den a Moscú las bases políticas necesarias para aplicar todo el arsenal para su protección", subrayó Feldman.
Por su parte, Olénchenko opina que los residentes de los territorios liberados son los que más esperan un pronto retorno a la vida pacífica normal y tienen grandes esperanzas en el resultado de los referendos.
Las Fuerzas Armadas de Ucrania continúan sus acciones ofensivas contra la población civil. Donetsk está sometida a constantes bombardeos. El alcalde de la ciudad, Alexéi Kulemzin, informó en su canal de Telegram sobre el uso de varios proyectiles por parte de las fuerzas armadas ucranianas, entre ellos el calibre 155 mm de la OTAN. La República Popular de Lugansk también es bombardeada por los nacionalistas.
Además, las FFAA de Ucrania
volvieron a bombardear la ciudad de Energodar, donde se encuentra la central nuclear, y para perturbar el referendo, intentaron bombardear un colegio electoral en la aldea de Balki, a pesar de que está junto a una escuela.
Aunque la agresión de Kiev trate de impedir que los habitantes de la región participen en el referendo, las autoridades de los cuatro territorios liberados están haciendo todo lo posible para que la población pueda expresar su punto de vista sobre la cuestión de la adhesión a Rusia.
"Nada ni nadie podrá detener el deseo y la voluntad de ser razonables de los residentes de la región de Jersón y otros territorios liberados", escribió el subjefe de la Administración civil militar de Jersón, Kiril Stremoúsov, en su canal de Telegram.
La
alta participación en los referendos en todos los territorios liberados muestra que la abrumadora mayoría de los residentes de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, Zaporiyia y Jersón no quieren vivir bajo el dominio del régimen de Kiev.