Los especialistas en terrorismo y violencia política suelen catalogar como "lobos solitarios" a aquellos extremistas que deciden cometer atentados por su propia cuenta, sin tener una organización o mantener comunicación con las organizaciones o movimientos con los que se identifican.
El atentado fallido contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, puso el término en debate, ya que el accionar del joven de 35 años que intentó disparar a la líder del kirchnerismo deja interrogantes sobre si el atacante tenía algún tipo de organización detrás.
El perfil del atacante, un joven de 35 años llamado Fernando Andrés Sabag Montiel, se conoció apenas horas después del atentado fallido. Con tatuajes con simbología nazi en su cuerpo, el joven ya había tenido apariciones televisivas en las que criticaba al Gobierno argentino y rechazaba los "planes sociales". Al allanar la vivienda en la que vive en la localidad bonaerense de San Martín, la Policía encontró 100 balas divididas en dos cajas de 50 proyectiles cada una.
Entre los que abonaron la hipótesis de que el joven actuó por sus propios medios estuvo un supuesto amigo de Sabag Montiel que, entrevistado por la televisión argentina, sostuvo que, según los últimos meses del joven, el atacante "se estaba preparando para este momento".
El entrevistado dijo que el atacante, que solía vestirse de forma prolija, en los últimos tiempos se mantenía desalineado, casi como un indigente.
"Atando cabos, yo creo que se estaba preparando para este momento. Sabía que iba a salir en la tele y sabía que iba a ser detenido, no tengo ninguna duda de eso", aventuró, según recoge el diario La Nación.
El amigo de Sabag Montiel no dudó en calificar al joven como un "psiquiátrico" y apuntó que, durante su adolescencia, "siempre sufrió bullying".
"Hay un montón de cosas que me terminan cerrando ahora. Siempre fue un paria y un marginado de los grupos, entonces era de esperar. No sé si en este nivel, pero era de esperar. Cuanta más represión, más revolución. Ya no tenía nada que perder", complementó.
Sin embargo, la hipótesis del lobo solitario fue puesta en cuestión desde el oficialismo argentino, que señala la relación entre el acto violento es el resultado de las campañas de odio contra Fernández de Kirchner.
Una teoría que "no cierra"
"No es un loco suelto ni es un hecho aislado: son tres toneladas de editoriales en diarios, televisión y radios dándole lugar a los discursos violentos. Son los que sembraron un clima de odio y revancha, y hoy cosechamos este resultado: el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner", escribió el ministro del Interior argentino Wado de Pedro.
El perito Enrique Prueger, conocido por participar en casos resonados como la muerte del hijo del expresidente Carlos Menem en 1995 y la muerte del activista Santiago Maldonado en 2017, contribuyó a la idea de que Sabag Montiel no actuó solo.
Consultado por el medio LM Neuquén, Prueger descreyó de que el joven haya actuado en solitario y reclamó "buscar la línea de quién lo manda ahí".
"La teoría del lobo solitario no cierra. Este es un hombre de ultraderecha, un neonazi, por el tatuaje que tiene que corresponde al sol negro de los nazis", apuntó el experto.
El perito consideró que los investigadores deberían hacer "los entrecruzamientos de las comunicaciones" para saber con quién pudo haber estado reunido el joven antes de intentar el ataque.
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