Mientras
Estados Unidos enfoca sus esfuerzos en
apoyar militarmente a Ucrania y en solucionar sus problemas internos, como la inflación o la violencia armada,
Pekín estrecha relaciones con
Uruguay, Colombia, Ecuador, Nicaragua y Panamá.
Esos cinco países representan mercados estratégicos para el Gobierno de Xi Jinping, que busca la reelección al tiempo que insiste en posicionar a China como la nueva potencia mundial, al menos en el ámbito comercial.
Expertos en economía y comercio internacional
analizaaron para el diario
South China Morning Post la
estrategia de China para hacerse de más socios en la región latinoamericana que, históricamente, ha sido aliada de la Casa Blanca, sobre todo en el siglo pasado.
Sin embargo, los tiempos cambian y Washington pierde cada vez más su hegemonía política y comercial en la región, en momentos en que los líderes de izquierda ocupan los puestos presidenciales. Ejemplo de ello son México, Argentina, Colombia y Chile. Y si gana Lula da Silva en Brasil en octubre próximo, ya serán cinco las economías más grandes de la zona que cuenten con gobiernos progresistas.
Según el experto, América del Sur y América Central realizaron un intercambio comercial con China de 10.000 millones de dólares en el año 2000. En cambio, el año pasado, 2021, esa cifra ascendió a 451.000 millones de dólares, un crecimiento exponencial.
"El fortalecimiento de las relaciones en América del Sur y Central ha permitido también a China competir con Estados Unidos por la influencia mundial en medio de su disputa comercial de cuatro años, que ha frenado las exportaciones chinas y otras desvinculaciones económicas entre las dos potencias", señala el artículo del medio chino.
En el continente americano China busca negocios en varios segmentos como: la minería, la producción tecnológica, la industria alimentaria y las manufacturas en general. Además, obtendría nuevos puestos de trabajo para promotores de infraestructuras chinos como Huawei Technologies y nuevos mercados para productos fabricados en el país asiático.
Desde 2015 Estados Unidos ha perdido presencia e importancia en América del Sur, opina Evan Ellis, académico en estudios latinoamericanos el Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos.
"Si Estados Unidos presionara a los países latinoamericanos para que eligieran entre sus vínculos con Pekín o con Washington, los acuerdos comerciales los inclinarían hacia China", observó Nick Marro, analista comercial para la región en Asia-Pacífico de The Economist Intelligence Unit, en Hong Kong.