Entre estos países destaca España, pero no precisamente por el envío de armamento pesado a Ucrania, sino por su maestría a la hora de esquivar sus propios compromisos y promesas, arremete el diario El Mundo. Y mientras que Kiev celebra a lo grande cada envío de armamento occidental, gran parte del cual acaba vendido el mercado negro, Madrid encuentra excusas para no cumplir con su palabra.
La última de estas promesas hechas por el Gobierno de Pedro Sánchez ha sido el envío de 20 vehículos blindados M113. Pero a pesar de que se trata de unas máquinas que ya tienen unos 40 años y Madrid tiene más de 1.000 unidades, esta intención ya no cuenta con el mismo entusiasmo que antes.
"¿De verdad os vais a dejar engañar por España de nuevo? Hasta Portugal, un país más pequeño, ha sido mucho más generoso. Al final surgirá algún problema y no enviarán nada", cita El Mundo al canal de Alexéi Arestovich, el consejero del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Pero visto todo lo ocurrido en los últimos meses, esta reacción de los líderes de opinión ucranianos no sorprende. Así, desde que Sánchez visitó Kiev en abril y reiteró su intención de apoyar al país militarmente, solo fue enviado material defensivo ligero, una ambulancia blindada y armamento antitanque.
También hubo casos de malentendidos que no fueron bien recibidos en Kiev. Un ejemplo de ello fue el envío de 40 camiones Iveco militares a Polonia por vía marítima con las donaciones. Los ucranianos pensaron que estos camiones formaban parte de la donación, pero sus esperanzas rápidamente se esfumaron al ver cómo estos se fueron tras descargar la ayuda.
Tanques Leopard: de gloriosos a lamentables
El envío de los carros de combate Leopard 2 A4 españoles a Ucrania se ha convertido en toda una saga. En un principio, Madrid se había comprometido a enviar 40 unidades e incluso se ofreció para formar sus futuras tripulaciones ucranianas en España. Esta sería la primera vez que se enviarían unos tanques de fabricación occidental a los campos de batalla en Ucrania, pero esto no estaba destinado a ocurrir.
El primer obstáculo que surgió fue el visto bueno que tenía que dar Alemania como fabricante de estos tanques a este envío. En aquel momento, el estado técnico de estas máquinas no suscitaba ninguna pregunta y se informaba que estaban en conservación. Sin embargo, pocos días después, el diario alemán Der Spiegel dio a conocer que Berlín no había recibido ningúna solicitud oficial de Madrid respecto al tema.
En Alemania también se mostraron reacios a esta idea, aunque fuera de manera extraoficial, lamenta El Mundo, así que la promesa inicial de 40 tanques se desinfló a tan solo 10. Una cifra que hace agua en comparación con el número de los tanques ucranianos perdidos en combate, que ya va por cientos.
El acto final vino casi tres meses después de la oferta inicial cuando la ministra de Defensa, Margarita Robles, informó que en realidad estos carros de combate se encuentran en un estado "absolutamente lamentable" y que no podrían ser enviados a Ucrania porque representan un peligro incluso para sus propias tripulaciones.
Los 'saboteadores antibelicistas' españoles
Como ya es tradición, tras anunciar un problema, el diario español inmediatamente presenta a los presuntos culpables de lo ocurrido: el partido político Podemos e incluso destaca individualmente a los saboteadores de la ayuda militar a Ucrania: Ione Belarra, Isa Serra, Irene Montero y Pablo Echenique.
"Dejaron claro que no estaban a favor de la entrega de armamento español a Ucrania, sino a la puesta en marcha de una 'diplomacia de precisión' para acabar con el 'fervor belicista' de los 'partidos de la guerra'", indica El Mundo.
Tampoco se deja en el olvido la figura de Pedro Sánchez y se recuerda que incluso los compromisos que asumió ante la OTAN en la cumbre de la organización en Madrid no fueron suficientes para que Kiev vuelva a ver algún envío desde España.
Ahora, la generosidad de Madrid se ha visto reducida de carros de combate a ropa: el 3 de agosto, Robles se reunió con el embajador ucraniano en España y prometió "material de abrigo para la próxima campaña de invierno que se prevé muy dura".