"Nosotros creemos que esa es una posibilidad [de que conflicto en Ucrania se vuelva una tercera guerra mundial]. Lastimosamente los líderes, las potencias están jugando con fuego. Está ahí, es una posibilidad real y no podemos dejar de verla ni de decirla", advirtió Mayta.
Consideró que esta situación no puede ser "desdeñada" ni ser considerada solamente como un evento en Europa del Este.
"Esto es parte de una conflagración más grande en la que hay actores que son las principales potencias. Una potencia que no quiere dejar de ser hegemonía, EEUU, y nosotros le reclamamos desde Bolivia a los líderes de las grandes potencias que tengan una madurez histórica para que encuentren una salida civilizada que no desemboque en una conflagración bélica que termine por extinguirse como humanidad, como planeta, a nuestra madre tierra", agregó.
El canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, entrevistado por Sputnik
© Sputnik / Lucía Barrios
—¿Cómo sigue el proceso de adhesión de Bolivia al Mercosur (Mercado Común del Sur) como Estado miembro?
—Hemos cumplido diversas fases, aplicado requisitos y puedo decir que estamos en la fase final. Para lograr ser miembros plenos, todos los países que son miembros plenos tienen que dar su conformidad, ya lo hicieron Uruguay, Paraguay y Argentina y en el caso de Brasil tiene que dar un procedimiento en su congreso. Estamos a la espera de esa determinación, que pueda darse ya en Brasil.
—¿Qué temas intentó impulsar Bolivia en el Mercosur?
—Esta cumbre ha sido muy particular por las circunstancias en las que vive nuestro mundo, lo que está sucediendo a propósito de lo que se vive en Europa del Este. En este mundo que está cambiando, se torna más importante la integración de nuestra región, la complementariedad de nuestros países, de nuestras economías, para que primero fortalecidos como región podamos aportar al conjunto internacional. En esa línea, nosotros hemos expresado los avances que hemos podido en nuestro proceso de industrialización de hidrocarburos, hace años que impulsamos una planta de urea, que está en operación en este momento, que la mayor parte de esa producción puede ser destinada precisamente a nuestra región porque solamente necesitamos una parte para nuestro consumo interno. También manifestamos que es muy importante los procesos de conexión, que se fortalezca la conexión que existe, nosotros venimos impulsando hace unos años el corredor bioceánico por una ruta férrea que podría contribuir bastante a que los productos vayan de una costa a la otra y que puedan salir a otros continentes. Esas fueron parte de las preocupaciones e iniciativas que expusimos en la reunión y que esperamos en este momento puedan acelerarse de alguna manera.
—¿Se puede decir que Bolivia está ofreciéndole al Mercosur el litio, los hidrocarburos y la úrea?
—Podemos decir claramente eso. Lo que tenemos, no solamente la úrea, también NPK, fertilizantes, nosotros lo estamos desarrollando. Queremos compartirlo con los países de nuestra región en primer término y luego contribuir en la comunidad internacional.
—Durante la cumbre se decidió que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, no dialogara con el bloque. ¿Qué piensa sobre esta decisión?
—No tenemos comentarios, es una decisión que fue expresada por miembros plenos y nosotros todavía no tenemos esa capacidad. Al margen de focalizar todo en una voz, vemos que es una situación de crisis en el mundo y no vemos un actor sino que varios. Se está disputando la hegemonía en el mundo y eso es lo que nos está poniendo en una posición crítica a algunos países que estamos bastante lejos, a algunos pueblos que no somos potencias en el mundo económicas ni militarmente pero al final de cuentas estamos sufriendo las consecuencias. Estamos preocupados porque vemos que esa disputa que se da en diversos niveles, en diferentes ámbitos, pueda llegar a ser inclusive una confrontación bélica mundial.
—¿Usted está diciendo que podría haber una tercera guerra mundial?
—Nosotros creemos que esa es una posibilidad. Lastimosamente los líderes, las potencias están jugando con fuego. Está ahí, es una posibilidad real y no podemos dejar de verla ni de decirla. Lo peor probablemente es desdeñar las situaciones y pensar que es un evento en Europa del Este. No, esto es parte de una conflagración más grande en la que hay actores que son las principales potencias. Una potencia que no quiere dejar de ser hegemonía, EEUU, y nosotros le reclamamos desde Bolivia a los líderes de las grandes potencias que tengan una madurez histórica para que encuentren una salida civilizada que no desemboque una conflagración bélica que termine por extinguirse como humanidad, como planeta, a nuestra madre tierra, o que termine generando una crisis alimentaria que lo único que va a producir es muerte en los pueblos de los países que estamos menos beneficiados, los pueblos pobres.
El COVID-19 y la disponibilidad de vacunas nos mostró lo injusto que es el mundo, los que tenían más dinero, tecnología, acaparaban las vacunas y no les importaba el resto del mundo, cuando falta alimentos va a ser exactamente igual y los países con más dinero y recursos son los que se van a quedar con toda la oferta de alimentos y los países pobres más que probablemente van a ser los que van a sufrir las consecuencias de una potencial crisis alimentaria del mundo. No nos olvidemos que cuando la situación dejaba de ser crítica en América y en Europa, África empezaba a sufrir las consecuencias del COVID-19, cuando todos tenemos vacunas, allá empezaban recién a conseguirlas. Esa es la responsabilidad histórica que tienen los líderes de las grandes potencias. Nosotros se lo reclamamos porque consideramos que tenemos la moral y la ética para hacerlo. No pueden evadirse de ese problema y de la posibilidad de solución que está en sus manos.
20 de julio 2022, 18:00 GMT
—Viendo cómo se comportó América Latina durante la pandemia de COVID-19 como bloque, ¿cree que la región tiene suficiente integración para enfrentar una posible crisis alimentaria?
—Cuando llegó la pandemia en América, fue casi un sálvense quien pueda. Esa fue la primera reacción, ya después cuando se percibió cuán inhumana fue esa fórmula, hubo actos de solidaridad pero insuficientes. Esperamos que esa experiencia nos haya servido para reflexionar como pueblo y que ante la contingencia de situaciones, ahora estemos más abiertos a poder dialogar con nosotros mismos más allá de los egoísmos naturales. Por eso estamos en Paraguay, en esta reunión del Mercosur, pretendiendo fortalecer la integración de nuestra región.
—¿Para evitar un sálvense quien pueda de nuevo?
—Es parte de nuestra propuesta. Creemos que un mecanismo importante para poder preservarnos como pueblos hermanos es consolidar los procesos de integración, no tanto mirar para afuera. En la década del 90 nos han vendido en América Latina la ilusión de que íbamos a tener mejores vías, exportando nuestros recursos, nuestra producción y descuidamos mucho nuestra producción y comercio interno. Creemos que es mejor que miremos más hacia nosotros mismos y que así más fuertes podemos contribuir al mundo.
—Cambiando de tema, ¿cuál es su opinión sobre las sanciones a Rusia?
—En general, no solo en Rusia, nosotros nos hemos manifestado por estar en contra de las sanciones unilaterales, que la experiencia ha demostrado que no conducen a nada bueno y que van dirigidas a generar descontento social para que se produzcan cambios políticos y en ese camino generalmente no se detienen a contemplar al pueblo. Esas medidas no resuelven los problemas, los agrandan, los complican. Este momento debería ser el tiempo de la diplomacia, el problema es que no vemos a nadie hablando. Los diplomáticos deberían hablar hasta cansarse y una vez que se cansaran, deberían seguir haciendo diplomacia.
—¿Las sanciones a Rusia podrían afectar las inversiones en litio en Bolivia?
—Creo que eso es algo que debería ver en detalle Rusia, nosotros hemos venido desarrollando proyectos, tenemos el centro de investigación nuclear, es un proyecto que data de varios años atrás y no obstante queremos poder lograr que esas iniciativas puedan concluirse satisfactoriamente.
—¿Bolivia podría aceptar un sistema de pago ruso equivalente al SWIFT?
—Nosotros estamos abiertos a estudiar, analizar, pensar en las alternativas y posibilidades en términos de lograr un mundo menos arbitrario, es lo que quisiéramos que ocurra. Subrayamos que los líderes de las grandes potencias tienen una responsabilidad enorme.
—Algunos actores dicen que el litio en Bolivia es un motivo de disputa entre las grandes potencias, ¿qué piensa sobre esto?
—Nosotros estamos enmarcados en trabajar con toda la comunidad internacional mientras se respete nuestra soberanía y nuestra autodeterminación. La experiencia en el mundo, no obstante, ha mostrado que grandes potencias muchas veces han tomado acciones de hecho contra países por lo que consideran recursos estratégicos. Desde la Segunda Guerra Mundial, motivada por una Alemania que pretendía expandirse para contar con los recursos naturales que creía que eran necesarios para su desarrollo hasta otros ejemplos en los que alguna potencia contemporánea ha invadido territorios con cualquier pretexto para hacerse de sus recursos hidrocarburíferos. Eso está sobre la mesa, lo muestra la experiencia histórica. Nosotros tenemos que esforzarnos para poder lograr el desarrollo del litio como una riqueza natural para contribuir al mundo, resguardando siempre nuestra soberanía.
—Se ha dicho que EEUU intenta presionar a los países latinoamericanos para que se pongan en contra de Rusia, ¿cuál es su opinión sobre esto?
—Bolivia es un país que desde su constitución defiende su soberanía. Hasta este momento, todo su accionar, durante el Gobierno de Luis Arce, ha sido en el marco de esa soberanía que establece nuestra Constitución, ahora advertimos que la experiencia histórica muestra que se dan ese tipo de situaciones en las potencias hegemónicas por eso creemos que como humanidad debemos dirigirnos a pensar en el fin de las polaridades más que a construir mundos multipolares o bipolares. Cada pueblo debería definir su destino sin presiones.
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