Se trata de un joven originario de Maryland llamado Phillip Carroll, de 23 años, quien junto a dos familiares decidieron escalar el famoso volcán que en el año 79 D.C. destruyó toda la mítica ciudad de Pompeya.
Según las primeras investigaciones, los tres turistas partieron el pasado 9 de julio del pueblo Ottaviano y tomaron una ruta que no está abierta para turistas. Incluso, en varias partes del camino hay letreros en donde se advierte que se trata de una zona prohibida.
Al llegar a la cima, Carroll decidió tomarse una selfie, pero su teléfono se cayó al cráter. Al tratar de recuperar su móvil, el joven cayó y quedó inconsciente.
Paolo Cappelli, presidente del Presidio Permanente Vesubio, una organización de guías turísticos, explicó que gracias a unos binoculares pudieron ver lo ocurrido y auxiliar al joven.
"Trató de recuperar su teléfono, pero se resbaló y cayó algunos metros adentro del cráter. Intentó detener su caída, pero en ese punto él ya estaba atrapado. Tuvo mucha suerte. Si hubiera seguido su caída, se habría sumergido hasta 300 metros en el fondo del cráter", explicó Cappelli en entrevista para la NBC.
El joven presentó raspones y cortadas en varias partes de su cuerpo, pero sin heridas de gravedad; no obstante, Carroll fue detenido por cargos que aún no se han hecho públicos.