En ausencia de un suministro necesario de gas natural, la economía alemana sufrirá adversidades sumamente significativas, además de que el propio pueblo alemán enfrentaría un alto riesgo de incapacidad de calentar sus hogares mientras se aproxima el invierno, justificó el ministro de Recursos Naturales del Gobierno de Canadá, Jonathan Wilkinson, tras tomar la decisión.
La administración canadiense explicó que devolverá turbinas que Siemens Canadá reparó, retenidas en territorio norteamericano en el marco de las sanciones contra el suministro energético ruso que ha impuesto Occidente.
Sputnik conversó con el especialista mexicano en materia energética Alonso Romero, maestro en finanzas del sector energético por la Universidad de Edimburgo, para entender las implicaciones de esta decisión.
La devolución de las turbinas al gasoducto, recuerda el analista, podría incluso violar las sanciones impuestas por Estados Unidos, Europa y sus aliados, como Canadá, contra el Kremlin a manera de represalia por la operación militar especial que el presidente Vladímir Putin determinó iniciar en Ucrania desde el 24 de febrero de 2022.
"Debe haber habido algún tipo de cabildeo político tras bambalinas que no podemos observar, pero se nota a todas luces que hubo ahí alguien que movió los hilos para que Canadá se atreviera a regresar esta turbina a sabiendas de que estaba o podía estar violando las sanciones americanas", calcula Romero.
Además, los propios Estados Unidos subrayaron su respaldo al intercambio tecnológico entre Ottawa y Berlín.
"Estamos viendo una Alemania que está cada vez en una situación económica peor y su principal alternativa ha sido dejar el gas ruso para concentrarse en quemar carbón, pero vemos que el carbón también viene de Rusia, entonces no viene para dónde hacerse Alemania", abunda.
Esta dificultad económica en el país europeo, añade, ha comenzado a golpear también a otras áreas del continente.
"Recordemos que el Nord Stream 1 si bien se ancla en Alemania, de ahí salen exportaciones hacia otros países, entonces no nada más es un tema alemán, es un tema de que la Unión Europea necesitaba que por un momento todos se hicieran como que las sanciones no existían para que esa turbina llegara", ilustra.
La transición energética podría tomar una década
A pesar de que, en su afán por desligarse del suministro energético de Rusia, Europa proyecta escenarios optimistas de autonomía energética con 2023 como horizonte, Romero considera que la maniobra será mucho más complicada y que podrá llevarles hasta 10 o 15 años diversificar sus proveedores.
"(Una opción es que) Arabia Saudí le permita a Catar exportar el gas natural licuado hacia la Unión Europea, esa negociación entre Estados Unidos, la Unión Europea y Arabia Saudí sobre qué puede o no puede hacer Catar va a ser muy importante", en un juego geopolítico que rebasa la voluntad política de Bruselas.
Esta tensión negociante se da en el marco de la visita de Biden a Medio Oriente, en un escenario en que ya ha pedido antes a Riad que aumente su producción de crudo, mientras ahora se espera que haga lo mismo, recuerda Romero.
12 de julio 2022, 16:32 GMT
Por más que la Unión Europea pueda inyectar dinero a la situación, resolverla no está en sus manos ni depende de su presupuesto, subraya el especialista energético, sino que depende totalmente de terceros.
"Por lo que yo no veo que sea nada realista su plan en el corto plazo y yo creo que estaríamos hablando de unos 10, 15 años para que realmente puedan hablar de no depender del gas ruso, porque recordemos que dependen del carbón ruso y dependen, si quisieran arrancar sus nucleares, del uranio ruso", señala Romero.
"Entonces no nada más es una fuente de energía, son varias", contrasta.
¿Cerco comercial o superávits multimillonarios?
A pesar de que el Gobierno de Ucrania, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, emitió un descontento explícito a la decisión canadiense de reinstalar turbinas en el Nord Stream, el país norteamericano argumentó que es imperativa la atención a las condiciones del pueblo alemán, de cara a la proximidad del invierno.
Esta expresión se inscribe en las críticas que ha hecho el Kremlin a las sanciones, asegurando que los afectados son sobre todo los pueblos de los países que las determinan, e incluso naciones como Hungría han reprochado a Bruselas instruir abstenerse de consumir energéticos rusos pero sin un plan alternativo realista y operativo.
Romero reconoce que las economías europeas están sufriendo una inflación inusitada mientras el euro cae a pasos estrepitosos.
"No dudemos que dentro de poco podamos empezar a observar algún tipo de protesta como la que se ha visto en otros lugares del mundo, ya empezó el tema en Holanda, con el tema de los fertilizantes, veremos hasta dónde se expande, pero sin duda alguna se puede decir que las sanciones tuvieron el efecto contrario", valora.
"Rusia está gozando de superávits comerciales de miles de millones de dólares precisamente porque las sanciones han hecho muchísimo más caras las exportaciones energéticas y los únicos que están pagando eso son los ciudadanos de a pie", describe.
China, un gigante en el horizonte
Las tecnologías en torno a las que el mundo occidental planea trazar su desarrollo en los próximos años son controladas estratégicamente por China, lo que obligará a un acomodo del mundo multipolar, donde Estados Unidos no podrá imponer su razón, explica el analista energético.
Las baterías, los requerimientos en autos eléctricos, la energía solar y eólica, más allá del petróleo, dependen de materiales en los que el gigante asiático se ha preocupado por ser su principal productor, exportador y refinador, recuerda.
"Así como el petróleo jugó un papel muy importante en el siglo XX y siglo XXI, definiendo quiénes eran las potencias principales, ahora vamos a ver que los minerales esenciales los tiene China y pues estamos migrando ya a un mundo en que ya no es Estados Unidos el que manda", apunta.