La orden, firmada por el presidente de Lombardía, Attilio Fontana, debido a la "grave situación de escasez de agua", involucra al sistema regional de protección civil a su solución y ordena a los ciudadanos que "usen el agua de una manera extremadamente económica y eficiente, limitando su consumo al mínimo".
La orden estará vigente hasta el 30 de septiembre.
El ministro italiano de Agricultura, Stefano Patuanelli, indicó que el país atraviesa una "situación dramática" con la sequía, que provocará la aprobación de un nivel de amenaza rojo en Italia en las próximas semanas y la adopción de medidas para limitar el consumo de agua en las principales localidades.
El 23 de junio, las autoridades de la región de Lazio anunciaron el régimen de desastre natural. Ese paso debe repercutir en la asignación de recursos adicionales para apoyar a la población y las empresas, así como servirá para solicitar a las autoridades centrales acciones a nivel nacional. Un régimen similar fue aprobado en la región de Friuli Venezia Giulia.
La región italiana más afectada por la sequía sigue siendo Piamonte, donde se implementan restricciones al consumo de agua en más de 200 municipios. Así, en la ciudad de Cuneo, las autoridades, por precaución, cortaron las fuentes de la ciudad.
El nivel del río Po, la arteria principal del norte y centro de Italia, ha bajado a los valores mínimos en 70 años. De las regiones de Emilia-Romaña, Véneto y Toscana llegan noticias sobre medidas similares adoptadas a nivel local.
El daño al sector agrario, según los cálculos de la Asociación de Productores Agrícolas Coldiretti, alcanzó los 3.000 millones de euros.
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