"Entiendo que en momentos difíciles como éste todos debemos colaborar; lo que pido a los señores, a toda la cadena productiva, es que en los productos de la cesta básica cada uno obtenga el menor beneficio posible, para poder satisfacer a una parte considerable de la población, en especial los más humildes", afirmó el presidente durante un evento promovido por la Asociación Brasileña de Supermercados (Abrasi).
El ministro de Economía, Paulo Guedes, que también participó en el acto por videoconferencia, pidió que los supermercados paren de aumentar los precios "dos, tres meses", y añadió: "Estamos en una hora decisiva para Brasil".
Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la inflación en mayo fue del 0,47%, pero el acumulado de los últimos 12 meses es del 11,73%.
La inflación y la disminución del poder de compra de las familias constituyen el principal problema económico de Brasil en estos momentos y un factor de desgaste para el presidente Bolsonaro, que intentará ser reelegido en las elecciones presidenciales de octubre.

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