"La embajadora Thomas-Greenfield también expresó la oposición de EEUU a la reanudación de las operaciones militares en el norte de Siria, que podrían provocar más desplazamientos de población, correr el riesgo de desestabilizar aún más la frágil situación sobre el terreno y socavar los esfuerzos de la coalición internacional para derrotar al ISIS [autoproclamado Estado Islámico, proscrito en Rusia]", dijo la portavoz de la misión estadounidense ante la ONU, Olivia Dalton.
Thomas-Greenfield habló con Onal este 2 de junio al término de su viaje a Turquía.
Moscú espera que Ankara se abstenga de acciones que puedan provocar un deterioro peligroso de la situación en Siria, según un comunicado del Ministerio de Exteriores de Rusia hecho público este 2 de junio.
"Recibimos con alarma los informes sobre una operación de fuerza de ese tipo (...) Esperamos que Ankara se abstenga de acciones que puedan desencadenar un peligroso deterioro de la ya de por sí difícil situación en Siria", destaca el mensaje.
Según la Cancillería rusa, Moscú comprende la preocupación de Ankara ante las amenazas existentes a la seguridad turca en la frontera siria.
"Creemos que es posible garantizar una seguridad confiable en la frontera sirio-turca solo mediante el despliegue de militares de las fuerzas de seguridad de la República Árabe Siria en la zona adyacente", subrayó.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció el 31 de mayo que las tropas de su país lanzarían operaciones antiterroristas en la frontera con Siria.
Este 2 de junio el Ministerio de Defensa otomano informó que los militares turcos
abatieron a 11 milicianos kurdos de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo) en el norte de Siria.
La nota subraya que las Fuerzas Armadas continuarán la eliminación de amenazas en la región.
Con el apoyo del Ejército estadounidense, las formaciones kurdo-árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), cuya columna vertebral es el YPG, controlan la mayor parte de las provincias sirias de Al Hasaka y Al Raqa, así como algunas localidades de las provincias de Alepo y Deir Ezzor.
El Gobierno sirio no reconoce a la administración autónoma de los kurdos en el noreste en el país.