La fundación de Santa Isabel no está exenta del realismo mágico que caracteriza a varias poblaciones de América Latina. Cuentan que hacia 1970 una embarcación naufragó en el río Ichilo, por lo cual el capitán y sus cuatro tripulantes tuvieron que improvisar un campamento durante varias semanas, hasta que los vinieron a rescatar. En ese lapso, conocieron a una familia que vivía en esta zona. Una de sus hijas y el capitán se enamoraron y comenzaron a convivir donde hoy se encuentra la comunidad.
El nombre de Santa Isabel se debe a que la madre de la joven había fallecido poco tiempo atrás y se llamaba Isabel. Con el pasar de los años, más y más familias llegaron a instalarse en este territorio, situado en el departamento de Cochabamba (centro).
Comunidad Santa Isabel, sobre el río Ichilo, en la Amazonía boliviana
© Sputnik / Sebastián Ochoa
Luego de Santa Isabel se fundaron en las cercanías otras 11 comunidades Yuqui y Yuracaré, que en 1997 pasaron a conformar el Territorio Comunitario de Origen (TCO) de estos pueblos indígenas, con un total de 115.000 hectáreas con título colectivo para las familias originarias.
Hoy, en la comunidad principal viven 45 familias que se dedican a la agricultura, la caza y la pesca. En su territorio tienen todo para alimentarse, pero "dinero siempre se necesita", dijo a Sputnik el corregidor de Santa Isabel, Alex Gutiérrez. Productos como azúcar, aceite o fideos, entre otros, se consiguen en centros urbanos, cuyo transporte por río también es costoso.
Sumado a esto, los indígenas aseguraron que desde el inicio del conflicto en Ucrania, en febrero pasado, los precios aumentaron en desmedro de las frágiles economías de las familias yuqui y yuracaré.
La vida en la comunidad
A las 4 AM, un comunario salió en su moto y se internó en un delgado camino de la selva. Regresó al mediodía, cargando el cuerpo de un guaso, como se llama aquí al ciervo de las pampas, que llegan a pesar hasta 50 kilos.
"Siempre vivimos de la agricultura, de la pesca. Una que otra vez vamos a cazar al monte y volvemos con un guaso", explicó el corregidor, que es la máxima autoridad comunal.
"Aquí se cultiva para consumo nomás. También vamos a pescar y lo llevamos a vender, pero no da mucha ganancia tampoco. Es difícil salir hasta los pueblos, porque es mucho gasto", comentó. También requiere mucho tiempo: llegar hasta Puerto Villarroel, la población urbana más cercana, toma 15 horas en bote.
Comunidad Santa Isabel, sobre el río Ichilo, en la Amazonía boliviana
© Sputnik / Sebastián Ochoa
Tras el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, las posteriores sanciones económicas antirrusas por parte de Occidente repercutieron de inmediato en los costos de alimentos y combustibles en casi todos los países del mundo. Las comunidades indígenas de la Amazonía boliviana no pudieron abstraerse de este fenómeno.
"El aumento de los costos se siente harto aquí, incluso se siente más que en las ciudades. Porque aquí hay tiendas con productos que se compran afuera, a su precio. Cuando llegan acá, los dueños de la tienda suben el precio, ya que se cobran lo que gastan para ir a comprar", explicó Gutiérrez.
"Aquí, en las comunidades, los precios aumentaron más. Y se nota bien la subida en todos todos los productos de la canasta familiar", manifestó.
Aparte de los problemas económicos de la población, el corregidor resaltó que requieren acceder a atención médica inmediata, porque les resulta inviable trasladarse tantas horas por río hasta el centro urbano más próximo.
"Tenemos la posta de Salud, que está en buen estado pero no hay doctor. Hasta aquí viene gente de otras comunidades a hacerse atender, pero no hay doctor", explicó.
El pasado 23 de abril llegó a Santa Isabel un equipo del Ministerio de Salud, liderado por el ministro Jeyson Auza, quien se comprometió a enviar en lo inmediato un equipo de 10 médicos de diversas especialidades para que permanezcan al servicio de las comunidades del TCO.
Faltan mercados
Camilo Herbas Suárez, de 59 años, está entre los primeros habitantes de esta comunidad, fundada en 1972. Contó a Sputnik que en sus chacos "sembramos arroz, maíz, plátano, verduras. De eso vivimos. A veces sembramos en cantidad, pero no tenemos mercado seguro para vender, pues solamente los grandotes, los que tienen plata, los capitalistas son los que sobran en cantidad y aprovechan para vender".
Y agregó: "Nosotros, como pueblo Yuracaré, no tenemos esa posibilidad. Pero más bien, agradecemos al hermano Evo [Morales, presidente entre 2006 y 2019] que ha hecho relaciones con otros países lejanos para que apoyen a Bolivia".
En el mismo sentido, el cacique comunal Carlos Temo Morales contó que el río Ichilo ya no da tantos peces como antes, cuando abundaban especies como surubí, dientudo, bacalao, sábalo, blanquillo, tambaquí y pacú. "Igual cazamos animales del monte para comer nomás, como chancho y el jochi", comentó.
Alexander Rodríguez, quien desde hace 10 años es el profesor de esta comunidad, indicó a Sputnik que las familias indígenas "se sustentan mediante la pesca y la agricultura, que son pilares fundamentales de la comunidad para obtener recursos económicos necesarios para adquirir otros productos de la casa".
Comunidad Santa Isabel, sobre el río Ichilo, en la Amazonía boliviana
© Sputnik / Sebastián Ochoa
Pero por su trabajo "no adquieren montos económicos muy altos. Son pocos los casos en que reciben un monto adecuado. Por tal motivo, cuando salen a proveerse de alimentos a Puerto Villarroel o Ivirgarzama ven que las cosas ya subieron basante".
En este sentido, dijo que "ahorita hay mucha gente que no sale hace meses a comprarse alimento, porque no les alcanza el dinero".
Gildo Leodan Hinojosa es diputado indígena, elegido por los pueblos Yuqui y Yuracaré. Conocedor de esta región, dijo a Sputnik: "Como verá, acá es difícil salir a la ciudad. Aquí tenemos la alimentación que es producida en el lugar. Pero no tenemos otros insumos, como azúcar, aceite y otros comestibles".
La falta de comunicación es lo que más afecta a esta comunidad indígena, como a tantas otras de la Amazonía boliviana: "Esa es la situación que tenemos. Sin embargo, estamos trabajando para hacer un camino, que nos permita sacar nuestros productos y venderlos en el mercado también", dijo el diputado.
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