Tras varias semanas de que López Obrador criticara las actitudes "injerencistas" de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) en los asuntos de México, el antiguo encargado de la justicia estadounidense hizo una controversial declaración durante una entrevista con la cadena Fox News.
Ante la pregunta de qué opinaba sobre la seguridad fronteriza de Estados Unidos, Bill Barr no tardó mucho en hablar sobre la estrategia de seguridad del Gobierno mexicano.
"Fui allí [a México] un par de veces para ver si podíamos endurecer la columna vertebral de este presidente [López Obrador] que cree en los abrazos, no en las balas, y está perdiendo. [En el Gobierno mexicano] han perdido el control del país, en mi opinión", consideró uno de los fiscales de la Administración de Donald Trump (2017-2021).
No fue lo único. También aseguró que en México los cárteles tienen amplios territorios bajo su control ante la inacción de las autoridades.
"Los cárteles tienen decenas de miles de millones de dólares a su disposición. Pueden corromper a quien quieran ahí y tienen ejércitos, literalmente ejércitos que son cada vez más paramilitares, vestidos como militares y con vehículos blindados", dijo Barr.
"Lo que siempre me ha preocupado es que el Gobierno de México vaya a compartir soberanía con los cárteles y llegar a un modus vivendi con ellos. Y [en Estados Unidos] no tenemos control sobre ese territorio y ahora hemos perdido el control de la frontera", prosiguió el exfuncionario y militante del Partido Republicano.
Estas declaraciones suceden días después de violentos enfrentamientos entre el ejército mexicano y grupos del crimen organizado en Nuevo Laredo, ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos.
Narcobloqueos, incendios, balaceras y terror en las calles fue lo que se vivió en esta zona del Norte de México, donde incluso la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas pidió a los ciudadanos que se mantuvieran resguardados en sus casas ante los tiroteos constantes.
Debido a estos hechos, el Consulado de Estados Unidos en Nuevo Laredo pidió a sus diplomáticos y trabajadores suspender sus actividades y respetar un "toque de queda" ante el escenario violento que se vive en la ciudad.