Luego de estar detenida por más de un año en un centro de detención en el estado de Nueva York por tener la visa vencida y tras casi cuatro años en prisión por ser condenada por un cargo de intento de hurto mayor, tres cargos de hurto mayor y cuatro cargos de robo de servicios, Sorokin fue deportada de los EEUU hacia Alemania.
Según constatan varios medios, la joven partió en un vuelo hacia Frankfurt el lunes 14 por la noche, a pesar de sus intentos de permanecer en EEUU. Su apelación estaba prevista para ser tratada el 19 de abril.
En febrero, la joven —cuyo nombre volvió al primer plano gracias a la serie de Netflix estrenada en 2022— y otros tres detenidos demandaron al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) por contraer coronavirus durante su detención. En enero fue diagnosticada positivo para COVID-19 luego de que solicitara sin éxito ser inoculada contra la enfermedad.
La demanda fue presentada en un tribunal federal por la organización sin fines de lucro, Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
Una vida de estafas
Anna Sorokin llegó a EEUU en 2013 con la intención de crear una fundación a su nombre y reunir a personas de la élite neoyorkina con gusto por el arte.
La inmigrante que se presentaba como una famosa heredera alemana y que decía tener un fideicomiso millonario, engañó no solo a amigos y personas cercanas, sino a bancos a los que pidió préstamos para montar su pretencioso proyecto.
La mujer, que hoy tiene 31 años, fue arrestada en 2018 y se declaró inocente ante un tribunal de Nueva York que posteriormente la condenó por estafar a bancos y hoteles de lujo con un monto que asciende a los 200.000 dólares.
En total, Sorokin fue acusada por 10 cargos, y encontrada culpable en ocho de ellos por lo que se la sentenció a un máximo de 12 años de prisión.
En febrero de 2021, gracias a su buen comportamiento obtuvo la libertad condicional pero tan solo unas semanas después fue detenida por el ICE.
Su historia fue revelada por la periodista estadounidense Jessica Pressler, en New York Magazine. El caso volvió a la luz en 2022 con la producción de Netflix, por la que recibió una suma de 320.000 dólares por los derechos sobre su caso.