Esta antigua estatua tallada fue encontrada a principios del siglo XX, en Willendorf, Austria, pero solo hasta ahora los científicos pudieron ver por primera vez desde su descubrimiento el interior de la voluptuosa figura de la Edad de Hielo y encontraron pistas que les ayudaron a rastrear los orígenes de la figura hasta dar con un lugar situado a cientos de kilómetros de distancia, en el norte de Italia.
La estatua data de hace unos 30.000 años, del periodo Paleolítico, en ese entonces un artesano de la Edad de Hielo la habría tallado con herramientas hechas a base de roca. Fue hallada en 1908 durante una excavación arqueológica por un equipo del Museo de Historia Natural de Viena.
"La estatuilla (…) mide exactamente 110 mm de altura y representa a una mujer simbolizada, adulta y sin rostro, con genitales exagerados, caderas pronunciadas, vientre prominente, pechos pesados y un sofisticado peinado", escribieron los investigadores de un estudio en Scientific Reports.
Los arqueólogos que descubrieron la estatua la bautizaron con el nombre de una deidad del amor, porque en su momento supusieron que las antiguas estatuas femeninas con rasgos sexuales prominentes eran seguramente diosas de la fertilidad.
Sin embargo, lo que intrigó a los científicos fue la materia prima de la estatuilla, más que sus detalles de representación porque estaba tallada en piedra caliza oolítica, un tipo de roca sedimentaria formada por granos esféricos cementados entre sí. Lo más sorprendente es que no hay depósitos de ese material en al menos 200 kilómetros alrededor de Willendorf, según el estudio.
Esta estatuilla se considera demasiado rara y valiosa como para arriesgarse a investigarla con métodos invasivos por eso es que solo hasta ahora pudo ser sometida a una tomografía computarizada de rayos X, ofreciendo a los científicos la oportunidad de examinar de forma segura los sedimentos y las partículas del interior de la estatua.
Así lograron observar los grupos de esferas ooides en la piedra caliza y los compararon con grupos de depósitos de piedra caliza oolítica similares muestreados en toda Europa. Entonces descubrieron que las muestras de caliza de Saga de Ala, un yacimiento situado en el valle del lago de Garda, en el norte de Italia, eran "prácticamente indistinguibles" de la caliza de Venus. Esto sugiere "una probabilidad muy alta de que la materia prima proceda del sur de los Alpes", según los investigadores.
Los escaneos también mostraron que el interior rocoso de Venus contenía fragmentos de diminutos fósiles de bivalvos, que los científicos identificaron como pertenecientes al género Oxytomidae. Eso situaba la edad de la piedra entre 251 y 66 millones de años, cuando ese género, ahora extinto, estaba vivo.
Si bien se pudo determinar el origen del material de la Venus, continúa siendo un misterio la odisea que pasó para recorrer su destino desde el norte de Italia hasta la lejana Austria.