La protesta ha sido convocada por activistas antirracistas y ha sido promovida por la alcaldesa de Lille, Martine Aubry.
Varios actos organizados por Zemmour han desembocado en violencia entre sus partidarios y opositores.
En enero, un juzgado de París le condenó a pagar 10.000 euros —unos 11.450 dólares— por incitación al odio racial.
El 30 de noviembre del 2021, Zemmour declaró oficialmente que participaría en la carrera presidencial para los comicios que se celebrarán en abril de 2022. El candidato se posiciona como representante de la derecha política, pero la opinión pública francesa lo percibe como un ultraderechista.
El político mantiene una dura posición respecto a la inmigración, abogando por la devolución forzosa de los inmigrantes a sus países de origen.