A más de 10 años del escándalo de la venta de armas a grupos del crimen organizado desde el país norteamericano, un nuevo responsable cae ante las autoridades mexicanas.
Se trata de Facundo Rosas, excomisionado de la extinta Policía Federal, uno de los cuerpos de seguridad que utilizó el expresidente mexicano Felipe Calderón para combatir a los cárteles de la droga con el apoyo del gobierno de Estados Unidos.
En un comunicado, la Fiscalía General de la República (FGR) anunció que informó que el Juez Noveno de Distrito en Agua Prieta, Sonora, dictó auto de formal prisión a Rosas, quien en su momento fue uno de los hombres más cercanos a Genaro García Luna —mejor conocido como el zar antidrogas de México—, quien actualmente está sujeto a un proceso judicial en Estados Unidos por haber recibido millones de dólares del narcotráfico.
31 de enero 2022, 16:08 GMT
Facundo Rosas es acusado de haber participado en el operativo Rápido y Furioso —en el que también estuvieron involucradas las autoridades estadounidenses— "para introducir ilegalmente un gran número de armas de alto poder", y luego ser entregadas al cártel de Sinaloa que lideraba el narcotraficante mexicano Joaquín el Chapo Guzmán, actualmente preso en Estados Unidos.
"[Las armas] fueron utilizadas y han seguido siendo utilizadas para diversos crímenes vinculados con el narcotráfico", asegura la FGR.
La operación Rápido y furioso fue utilizada por autoridades de Estados Unidos para entregar armas de alto poder al grupos de la delincuencia organizada, con el supuesto objetivo de poder rastrearlas y después detener a los culpables.
Según investigaciones periodísticas de México, dicho operativo duró de 2006 a 2011, un año antes de que concluyera el sexenio del exmandatario mexicano Felipe Calderón, quien posicionó a la lucha contra el narcotráfico como uno de los principales ejes de su Gobierno.