Cerruti falleció en el hospital Vercelli en la región noroeste de Piamonte, donde había sido ingresado para una operación de cadera, informa Corriere della Sera.
Prêt-à-porter de lujo
Cerruti fue uno de los referentes de la moda prêt-à-porter masculina del siglo XX.
Llegó al negocio de la moda a los 20 años sin muchas ganas: tuvo que reemplazar a su difunto padre al frente del negocio familiar, para ello fue necesario dejar el periodismo. Pero, obviamente, el alumno de ayer era un perfeccionista y, sin importar lo que hiciera, lo hacía lo mejor posible. Es a Cerruti a quien se le atribuye la fórmula misma del prêt-à-porter de lujo: ropa confeccionada con la máxima cantidad de trabajo manual. El padre de Nino producía telas de lana de alta calidad y su hijo decidió confeccionar ropa con estas telas, ropa de tal calidad que no desmerecía en nada a la ropa hecha a medida. Según la leyenda, el joven eligió sastres para su empresa de la siguiente manera: envió telas a 2.000 personas, luego evaluó el trabajo final de costura y empleó solo a los más talentosos y precisos.
Lo primero que hizo fue su prêt-à-porter de lujo, el traje de hombre, se convirtió en modelo para las demás generaciones de diseñadores y hasta recibió un nombre: Hitman. Producido por primera vez en 1957, este traje requirió hasta 60 horas de trabajo manual para fabricarse en masa, los ojales se cosieron manualmente, luego se cosieron las mangas y se añadieron las solapas. La fecha de nacimiento del Hitman se considera el día del ‘segundo nacimiento’ de la marca Cerruti: de una pequeña fábrica textil familiar fundada en 1881, se convirtió en una marca de moda. Por respeto a sus familiares que fundaron el negocio, en 1967 Nino Cerruti añadió el número 1881 al apellido de la marca, Cerruti 1881.
La conquista del cine
En la era anterior a internet, los largometrajes eran la herramienta de márquetin más rápida y fiable. Nino Cerruti lo entendió rápidamente y lo usó hábilmente. El comienzo fue la película Bonnie and Clyde (1967): la boina de Bonnie, Faye Dunaway, se trajo de la tienda Cerruti 1881, fue la ropa confeccionada la que ‘creó’ toda la imagen de la protagonista. En total, Nino representó tres decenas de películas que recaudaron una gran taquilla para esos tiempos, y sobre todo gracias al excelente vestuario de los personajes principales y las heroínas. La ropa de Cerruti la lucieron Yves Montand (El salvaje), Jack Nicholson (Las brujas de Eastwick), Michael Douglas (Instinto básico), Jean-Paul Belmondo (Magnificent), Tom Hanks y Antonio Banderas (Filadelfia). El público recordó especialmente los trajes de Richard Gere en Pretty Woman.
La ropa de Cerruti 1881 en la década de 1980 era inusualmente austera para esta "era disco". El diseñador italiano no abusaba de los herrajes dorados, las siluetas pegadas y los colores llamativos, prestaba atención sobre todo a la calidad del tejido y al corte, cómodo y plástico, sin hombreras ni demás florituras. Este concepto se denominó casual chic (lujo cotidiano) por los críticos de la moda. Y en la década de 1990, cuando el minimalismo se convirtió no solo en un estilo, sino casi en una religión de moda, también llamaron a Nino Cerruti, por su calculada moderación en los detalles, ‘el precursor del minimalismo’, un estilo que desarrollaron y llevaron al absoluto otros diseñadores, incluido Giorgio Armani, que trabajó para Cerruti durante varios años en la colección Hitman a principios de los años 1960.
10 de enero 2022, 22:35 GMT