"Después de la renuncia del primer ministro Hamdok, los líderes sudaneses deberían dejar de lado las diferencias, lograr consenso y garantizar la continuidad del Gobierno civil", publicó la Oficina de Asuntos Africanos del Departamento de Estado de EEUU en su cuenta de Twitter.
La nota añade que el próximo primer ministro y el Gabinete de Sudán deben ser nombrados de conformidad con la Constitución para garantizar la libertad, la paz y la justicia en el país.
Estados Unidos también expresó su apoyo al pueblo de Sudán "en su búsqueda de la democracia" y pidió poner fin a la violencia.
Anteriomente, el primer ministro de Sudán, Abdalá Hamdok, anunció su dimisión tras dos años en el cargo.
El pasado 25 de octubre, tras semanas de creciente tensión entre facciones rivales y una serie de protestas callejeras, el Ejército de Sudán arrestó a varios miembros del Gobierno, incluido Hamdok, que al día siguiente fue puesto bajo arresto domiciliario.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y presidente del llamado Consejo Soberano, Abdul Fatah Burhan, anunció la disolución de este organismo de transición y del Gabinete de Hamdok, así como la imposición del estado de emergencia en Sudán.
A la vez, aseguró que los cuerpos de seguridad continuarían con la transición democrática hasta el traspaso del poder a un gobierno civil y prometió garantizar elecciones en julio de 2023.
El reconstituido Consejo Soberano de Sudán, nuevamente con Burhan al frente, empezó a trabajar el pasado 11 de noviembre.
El 21 de noviembre, Burhan y Hamdok firmaron un acuerdo político que estipula el regreso del primer ministro depuesto al cargo y la liberación de todos los presos políticos en el país.
La Asociación de Profesionales Sudaneses, gremio que se opone a las autoridades militares, rechazó el pacto por su parte, al calificarlo como un acto de "traición".