Un informe de la organización Save the Children revela que 337 millones de niños y niñas se encuentran en riesgo de ser reclutados y utilizados por fuerzas o grupos armados.
La proporción respecto al total mundial de niños se ha triplicado desde un 5% en 1990 (99 millones de niños y niñas) hasta más de un 14 % en 2020, es decir uno de cada ocho niños del mundo.
El número de países en los que se recluta a los niños y niñas -y en los que vive más de la mitad de los niños y niñas del mundo (casi 1.300 millones)- también aumentó a 39, el más alto en 30 años.
Informe de Save the Children
Se trata del sexto informe de Save the Children en el contexto de la campaña global Stop the War on Children (No a la Guerra contra la Infancia), La crisis del reclutamiento, que examina las tendencias de los conflictos y el impacto en los niños y niñas de esos países.
De las diferentes violaciones graves contra los niños y las niñas en tiempos de conflicto definidas por la ONU, hay cuatro casos —el reclutamiento de niños y niñas, el secuestro de niños y niñas, la violencia sexual contra los niños y las niñas, y los ataques contra escuelas y hospitales— en los que las cantidades de incidentes verificados en 2020 se incrementaron.
Este último informe de la serie examina en detalle una de estas graves violaciones: aquella a la que están expuestos los niños y las niñas en riesgo de ser reclutados y utilizados por fuerzas o grupos armados.
25 niños al día
La organización también asegura que el número de grupos armados que reclutan niños y niñas aumentó durante la pandemia hasta 110, frente a los 85 de 2019. La ONU verificó casi 8.600 casos de reclutamiento y utilización de niños en 2020 —aproximadamente 25 al día— a pesar de la pandemia mundial, lo que supone un aumento del 10% respecto al año anterior. Sin embargo, Save the Children considera que es probable que estas cifras representen solo una parte de los casos reales.
Aunque las niñas solo constituyeron el 15% de los casos de reclutamiento denunciados por la ONU en 2020, a menudo son elegidas para actuar como espías, colocar minas y artefactos explosivos improvisados o actuar como terroristas suicidas porque es menos probable que llamen la atención. Su vulnerabilidad, su situación socioeconómica y su sexo también las hace susceptibles de sufrir abusos generalizados.
Más datos
Pero repasemos más datos que se revelan en el estudio:
• La cantidad de niños y niñas que viven en zonas de conflicto en riesgo de ser reclutados se incrementó más de 2 puntos porcentuales entre 2019 y 2020.
• Aproximadamente 1.265 millones de niños y niñas (el 54 % de la población infantil mundial) vivían en uno de los 39 países en los cuales se había informado que uno o más de los actores en conflicto habían reclutado a niños o niñas.
• En 2020, los tres países con la mayor proporción de niños y niñas que viven en zonas de conflicto y con informes de reclutamiento infantil perpetrado por los actores de dichos conflictos fueron Afganistán, Siria y Yemen, donde casi todos los niños y las niñas estaban en riesgo de ser cooptados por parte de grupos armados. La infancia con ese riesgo alcanzaba el 98% de los niños y las niñas en Afganistán, el 97% en Siria, y el 89% en Yemen.
• En 2020, los niños conformaban el 85% de los reclutamientos verificados, y las niñas, el 15%.
• En 2020, la cantidad de niños y niñas inmersos en conflictos de alta intensidad aumentó un 19% hasta alcanzar aproximadamente los 193 millones, cuando dicho nivel se había ubicado en los 162 millones en 2019.
• Uno de cada seis niños y niñas —cerca de 452 millones— vivía en una zona de conflicto en 2020, lo cual representa un incremento del 5 % respecto de los 429 millones de niños y niñas que estaban en esa situación en 2019.
• En 2020, había más niños y niñas viviendo en zonas de conflicto que en cualquier otro momento de los 20 años anteriores.
21 de junio 2021, 19:35 GMT
Cifras de la ONU
Las cifras de Save the Children son muy similares a las manejadas por Unicef, que cada 12 de febrero conmemora el Día Internacional contra el Uso de Niños Soldado. La agencia de la ONU calcula que hay unos 300.000 niños y niñas soldado en los conflictos armados en todo el mundo.
"Muchos de estos niños están directamente en la línea de combate y otros son obligados a ejercer como cocineros, mensajeros, esclavas sexuales, para realizar ataques suicidas…", afirma Unicef.
El modo de incorporarse a las armas varía desde quienes son secuestrados, a los que acaban empuñando las armas debido a la pobreza, los malos tratos, la presión de la sociedad o el deseo de vengarse de la violencia contra ellos o sus familias.
Según Unicef, "son víctimas inocentes de las atrocidades de la guerra. Para ellos, el regreso a su vida y la recuperación de su infancia es tan difícil que puede parecer casi imposible".
La esclavitud del siglo XXI
Ya hace dos años, la ONU presentó un estudio donde denunciaba el uso de la "esclavitud del siglo XXI" en los escenarios de guerra y violencia.
Allí analizaba más de 24.000 casos de trata documentados que consistían, básicamente, en mujeres secuestradas por grupos armados que son utilizadas como esclavas sexuales para "recompensar" a los combatientes y niños reclutados como soldados para sembrar el miedo en la población civil y facilitar su obediencia.
La Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas para la infancia y los conflictos armados, Victoria Gamba, señaló en una conferencia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo que "algunos estudios han demostrado que ahora es más común ver a niños que, voluntariamente o vendidos por sus padres, tratan de unirse a los ejércitos o grupos armados para evitar el esfuerzo que supone su manutención".
"Hay problemas socioeconómicos graves, hay problemas culturales y en algunos casos hay odios en las familias de grupos étnicos", añadió.
En los últimos años, las guerras cada vez son más brutales y más largas. Algunas están en los medios de comunicación de forma más o menos estable, pero otras son invisibles para la mayoría de nosotros, como Yemen, Sudán del Sur, República Centroafricana, Nigeria y muchas otras, repasémoslas.
Somalia
Según un informe de la ONU, más de la mitad de los miembros del grupo terrorista islamista Al Shabab, de Somalia, son niños. De la mano del reclutamiento va la coacción a los menores para perpetrar atentados.
Según Amnistía Internacional Al Shabab, utiliza las escuelas en las áreas que controla para adoctrinar a niños para que participen en los combates.
La tragedia de Somalia es que también el Ejército Nacional de Somalia recluta niños en sus filas, en algunos casos utiliza como espías a niños soldados de Al Shabab, que son fusilados por el grupo islámico cuando los descubre.
Mozambique
En el mes de septiembre, Human Rights Watch (HRW) denunciaba que en Monzambique, el grupo yihadista Al Shabab, que no guarda relación con el grupo del mismo nombre en Somalia, "había secuestrado a cientos de niños, algunos de tan sólo 12 años, los había entrenado en bases en toda la provincia de Cabo Delgado y los obligaba a luchar junto a los adultos contra las fuerzas gubernamentales".
Nigeria
El grupo terrorista yihadista Boko Haram, en Nigeria, según lleva tiempo alertando Unicef, ha llegado a utilizar a niños de ocho años en ataques suicidas.
Hace un año Boko Haram secuestraba 333 estudiantes de una escuela de educación secundaria atacada en el estado de Katsina, en el noroeste de Nigeria. "Nosotros estamos detrás de lo que ocurrió en Katsina", afirmó el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, en un mensaje de audio publicado por el portal informativo nigeriano HumAngle.
Sudán del Sur
En Sudán del Sur, unos 6.290 niños y niñas han sido reclutados como niños soldado desde 2013. La independencia de Sudán del Sur en 2011 fue anunciada como el amanecer de una nueva era de paz, esperanza y oportunidad.
El número de niños reclutados fue disminuyendo de manera constante, en parte gracias a los esfuerzos de la Comisión Nacional de Desarme, Desmovilización y Reintegración (NDDRC) con el apoyo de Unicef. A finales de 2012 unos 4.000 niños habían sido liberados y devueltos a sus familias. Pero ahora Sudán del Sur vive de nuevo un conflicto violento, el desplazamiento masivo y el sufrimiento humano.
Yemen
En el caso de Yemen, la ONG yemení Mwatana for Human Rights, en su informe anual presentado en París denunciaba que las milicias en liza en la guerra civil de ese país habrían reclutado más de 1.100 niños para combatir.
Yemen se encuentra inmersa en una guerra civil desde finales de 2014, cuando los rebeldes hutíes se hicieron con el control de la capital, Saná, y otras provincias del norte.
En 2015, el conflicto se intensificó con la intervención de la coalición liderada por Arabia Saudí y apoyada por Estados Unidos y otras potencias, que actúan en favor de las fuerzas leales al presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi.
La calificada como guerra olvidada por su escasa difusión internacional se caracteriza por los asedios, las crisis alimentarias, la malversación de ayudas y los abusos constantes a los derechos humanos, tal y como denunció la ONG.
República Democrática del Congo
En la República Democrática del Congo, la representante especial para la cuestión de los niños y los conflictos armados Virginia Gamba señaló que en 2017 hubo un pico de violencia "gravísimo" cuando un grupo armado formado por menores de edad mataba también a menores: "Era una guerra de niños contra niños".
Amnistía Internacional ha recordado el agravante de que debido a la pandemia desencadenada por el COVID, se ha tenido que suspender el trabajo de campo de muchas organizaciones que luchan contra el reclutamiento de niños.
Además, también se ha incrementado ese reclutamiento tras el cierre de las escuelas que dejan a niñas, niños y adolescentes en mayor situación de vulnerabilidad frente a la devastadora acción de ejércitos y grupos armados.
Protocolo de la ONU sobre niños en conflictos armados
De toda la legislación internacional, la que aborda con más concreción la cuestión de los niños soldados es el "Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados". Este Protocolo fue adoptado por la Asamblea General el 25 de mayo de 2000 y entró en vigencia el 12 de febrero de 2002.
En este tratado, los Estados que lo suscriben se comprometen a:
• no reclutar niños menores de 18 años para enviarlos a los campos de batalla.
• tomar todas las medidas posibles para impedir dicho reclutamiento, incluyendo legislación para prohibir y penalizar el reclutamiento de niños menores de 18 años y su participación en hostilidades.
• desmovilizar menores de 18 años reclutados o utilizados en hostilidades, a proporcionar servicios de recuperación física, psicológica y contribuir a su reinserción social.
• Los grupos armados, distintos de las fuerzas armadas de un país, bajo ninguna circunstancia deben reclutar o utilizar a menores de 18 años durante hostilidades.
En la actualidad, 166 países han ratificado el Protocolo Facultativo relativo a la participación de niños en los conflictos armados. 18 países no han firmado ni ratificado el protocolo y 13 países lo han firmado pero aún no lo han ratificado. La lista se puede consultar aquí .
Potencias occidentales
Como conclusión, destacar la gran paradoja de unas potencias occidentales que promueven sanciones en las organizaciones internacionales, bloquean cuentas bancarias de líderes y altos cargos políticos, envían fuerzas armadas de intervención a muchas regiones, inician procesos judiciales en la Corte Penal Internacional, decretan embargos comerciales y prohibiciones de venta de armas. Lo curioso es que nada de esto parece ponerse en marcha ante los responsables y la tragedia de 337 millones de niños bajo la amenaza de convertirse en obligadas máquinas de matar.
Mientras incorporarse a la guerra sea el único modo de sobrevivir siempre habrá niños y niñas que acabarán como carne de cañón.
Quizá las intervenciones internacionales deban ser más contra la pobreza y menos con ataques armados para desencadenar guerras que dejan un mayor balance de dolor, muerte y desestabilización.
No olvidemos que en muchos de los países que sufren la lacra de los niños soldados, los países occidentales ya entraron con sus armas "a pacificar". Es el caso de Siria, Afganistán, Somalía, República Democrática del Congo o Sudán.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK