El vicepresidente David Choquehuanca participó de la Cumbre Nacional de Autonomías Indígenas Originarias Campesinas, junto a ministros y decenas de líderes sociales de toda Bolivia. "Las autonomías indígenas tienen que ser para recuperar nuestra raíz. Tenemos que levantarnos con identidad propia. Tenemos que animarnos a cuestionar todo", dijo el presidente en ejercicio.
En 2006, cuando se realizaba la Asamblea Constituyente —dominada por el Movimiento Al Socialismo (MAS)— los opositores a Evo Morales idearon el reclamo de la "autonomía", cuya finalidad era evitar la intromisión del Gobierno nacional en los departamentos controlados por quienes decían que Bolivia se dirigía al "comunismo". Finalmente, los asambleístas incorporaron a la Constitución una versión de autonomía que no implicaba resquebrajar al Estado.
En noviembre de 2020, con el regreso de la democracia, la oposición craneó un reclamo que vaya más allá de la autonomía. Entonces comenzaron a exigir que Bolivia sea una "Federación", como una manera de repeler en los departamentos la intromisión de la nación.
La actual Constitución reconoce cuatro niveles de autonomía: departamental, regional, municipal e indígena campesina. En los 12 años de vigencia de la actual carta magna no fue posible avanzar sustancialmente en ninguna de sus posibilidades.
Pero decenas de comunidades y pueblos apuntan a lograr la autonomía indígena para proteger y desarrollar sus territorios de acuerdo a sus cosmovisiones.
"Tenemos nuestro camino, nuestras autonomías indígenas, porque andamos como perdidos. Hay incertidumbre en el mundo, no sabemos hacia dónde vamos. Las autonomías indígenas tienen que permitirnos volver a nuestro camino de hermandad, equilibrio, armonía", dijo Choquehuanca.
"Las autonomías indígenas tienen que ser para volver a ser nosotros mismos. Hemos dejado de ser, hubo un proceso de desculturización. Las autonomías indígenas tienen que ser para volver a recuperar nuestra cultura", agregó.
El pensamiento indigenista de Choquehuanca
Choquehuanca funge como presidente interino de Bolivia, ya que el titular, Luis Arce, participa en Cuba de la XX Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
En 2019, luego del derrocamiento de Morales, el MAS planificó una candidatura que reuniera las dos vertientes sociales del partido: la militancia rural y la urbana. Choquehuanca, quien fue canciller de Morales, representa desde 2006 al ala indigenista del MAS.
Arce, eterno ministro de Economía de Morales, representa al ala técnica del MAS. Es el responsable de la remontada económica del país y de brindar la impresión de que Bolivia es monetariamente predecible. Por ello desde hace más de 10 años el precio del dólar se mantiene quieto. En los 14 años de Gobierno de Morales, el Producto Interno Bruto (PIB) creció en promedio un 4,5%, algo nunca visto en estas tierras.
10 de diciembre 2021, 02:08 GMT
En la cumbre, Choquehuanca dio un discurso en el cual acentuó que los moradores ancestrales de Bolivia fueron sometidos por colonizadores europeos, 500 años atrás.
"Tenemos que volver a ser libres, ser iyambae: una persona que no tiene dueño. Nadie tiene que sentirse dueño de nadie y de nada. Tenemos que volver a ser runa [persona, en quechua]. Somos personas", dijo el presidente en ejercicio.
"Muchas cosas nos han hecho repetir, como si fuéramos loros. Nos han hecho decir que somos latinoamericanos. Pero no somos romanos. Somos aymaras, quechuas, guaraníes, chiquitanos, chipayas, chichas, mojeños. Tenemos identidad", reafirmó Choquehuanca.
Y comentó que "la bandera tricolor [la oficial de Bolivia] está relacionada con la unidad latinoamericana. No estamos en contra de eso. Pero tenemos que transitar de la república al Estado Plurinacional, a la wiphala. Para eso tiene que ser la autonomía indígena".
Una lenta implementación
Hasta el momento, en Bolivia funcionan tres gobiernos autónomos indígenas:
Charagua Iyambae, en Santa Cruz (este).
Raqaypampa, en Cochabamba (centro).
Uru Chipaya, en Oruro (oeste).
Lograrlos conllevó un largo proceso administrativo, que incluyó un referéndum para que la población local decidiera.
"Tampoco es de la noche a la mañana la implementación de la autonomía indígena. Tiene sus limitaciones. No tenemos que desesperarnos, porque hemos empezado a caminar con nuestros propios pies", dijo Choquehuanca.
Y agregó que las autonomías indígenas "tienen que ser para recuperar nuestras tierras y territorios. Son para recuperar nuestros idiomas, que la República quería hacer desaparecer. El objetivo era silenciarnos, callarnos. Pero no nos van a callar, nos estamos levantando".
Choquehuanca resaltó que en los últimos años se avanzó en la constitucionalización de la justicia comunitaria, ejercida para ciertos casos que ocurren en comunidades indígenas campesinas. "Estamos avanzando poco a poco. Nuestro Estado Plurinacional debe tener educación plurinacional, medicina plurinacional, justicia plurinacional", sostuvo.
Hacia la Tierra Sin Mal
Justo Molina, del pueblo Guaraní, es presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB). "Para nosotros, la autonomía indígena significa nuestra casa, nuestro territorio. Es recuperar el Ivi Maraei, la Tierra Sin Mal que hemos perdido", dijo a Sputnik.
En 2009, Molina y otros líderes de su pueblo impulsaron la liberación de familias guaraníes esclavizadas en haciendas del Chaco boliviano (sur), tal como lo determinó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Varias estancias donde se cometían estos delitos fueron revertidas por el Estado y entregadas a las familias indígenas afectadas. "Cuando denunciamos, nuestras hermanas ganaban cuatro pesos, que son medio dólar. A los hombres les pagaban un dólar y medio al día", contó Molina en la cumbre, que concluye este 16 de diciembre.
27 de noviembre 2021, 02:04 GMT
Generalmente, el dueño de la hacienda también les vendía productos alimenticios y ropa, por lo cual las familias estaban permanentemente endeudadas. Y cuando los padres morían, los hijos heredaban las deudas con el patrón.
"Los niños desde siete a 12 años no ganaban un centavo. Por deporte les hacían trabajar. Ahora se aplica la ley de Trabajo y se paga conforme a la ley. A niños y jóvenes se les respeta el derecho al estudio y a la Salud", explicó.
Molina se refirió a la propuesta de "federalismo" blandida por Luis Fernando Camacho, gobernador de Santa Cruz y expresidente del Comité Cívico cruceño en 2019, desde donde apoyó al golpe de Estado contra Evo Morales (2006-2019).
"Estamos en proceso de consolidar nuestras autonomías indígenas. Pero ellos no se dan por vencidos. Su autonomía, que ahora le dicen federalismo, para ellos es la administración y la repartición del territorio de nosotros, los indígenas", advirtió Molina.
Para el líder guaraní, la oposición pretende "volver al Estado Republicano. No quieren reconocer que somos 36 pueblos indígenas. Quieren eliminar lo conseguido por las organizaciones sociales", plasmado en la Constitución.