"Ya conversamos con Bielorrusia, nos buscaron la semana pasada en el Ministerio de Agricultura, ahora estamos yendo a Rusia para ver si conseguimos una entrega un poco mayor de lo que ya tenemos por si es necesario compensar", afirmó la ministra en declaraciones al diario Estado de São Paulo.
La ministra se encuentra en estos momentos en los Emiratos Árabes Unidos acompañando al presidente Jair Bolsonaro en una visita oficial de varios días; cuando termine viajará a Rusia, aunque no precisó la fecha.
La funcionaria confesó que existe "una preocupación" porque Brasil importa fertilizantes de 20 países, y alrededor del 20% proceden de Bielorrusia, que sufrirá sanciones económicas de EEUU y la Unión Europea por la crisis de migración en la frontera con Polonia.
Brasil teme que esas sanciones encarezcan los fertilizantes y que eso acabe repercutiendo en la inflación de los alimentos, ya de por si muy alta en los últimos meses.
A pesar de todo, la ministra afirmó que no habrá problemas de abastecimiento, pero si algunos "trastornos" en los pagos, como ya ocurre con Irán.
Además, destacó que el Gobierno de Brasil se está anticipando a una posible crisis hablando con otros socios para poder tener la seguridad de que los fertilizantes llegarán a tiempo para la próxima cosecha.