Así, el padre de la víctima, que formaba parte del elenco del programa Vecinos de Televisa, rechazó la versión de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México de que su hijo sufrió herida de bala por accidente luego de chocar en un muro de la carretera Chamapa-Lechería, en el municipio de Cuautitlán Izcalli.
Para Octavio Pérez, resulta imposible que Ocaña llevara el arma en la mano al manejar, además de que sabía usarla.
"Ellos lo mataron y la pusieron ahí (el arma). Se la pusieron como si fuera un asesinato, pero la bala entra de atrás, ¿cómo se va a disparar si lo venían persiguiendo? A como venía manejando, ¿cómo va a traer un arma en la mano? Mi hijo no estaba loco, así de fácil, eso sí te lo puedo decir", dijo el padre de la víctima.
"Él no se va a disparar porque mi hijo sabía usar armas, porque yo le enseñé a usar armas, así de fácil, él no tenía por qué haber hecho eso, era imposible que hiciera eso. Lo acepto, el arma sí era de él, pero el tiro que le entró no era ese calibre, era nueve milímetros", agregó en entrevista con el periodista de espectáculos Gustavo Adolfo Infante.
Pérez también reprochó que su hijo fuera tratado como delincuente durante la persecución que derivó en el choque del 29 de octubre, donde un policía incluso sacó medio cuerpo de la patrulla para dispararle.
"Estaba en una camioneta ostentosa, pues yo puedo comprar lo que yo quiera, así de fácil, soy libre, a él le gustaba esa camioneta. Ya le venían disparando, sacando también la cabeza, ¿cómo es posible si mi hijo no es delincuente?", expresó.
"Ya no debemos cuidarnos de la delincuencia sino ahora también de los policías y está cabrón, justo esto lo que nos está pasando, no somos delincuentes, nosotros nos cuidamos de la delincuencia, todo el pueblo debería de estar armado para evitar este tipo de cosas, así nos hacen estar y así nos hacen pensar", agregó el padre de Ocaña.
Pérez señaló a 30 policías como responsables por el fallecimiento de su hijo, uno por estar al mando de la persecución y a los uniformados por dejarlo morir al no ofrecerle atención.
"No voy a parar hasta verlos a todos en la cárcel o no sé cómo le van a hacer, pero voy a poner uno por uno a donde deben de estar, así de fácil, porque si no voy a hacer una revolución como no se imaginan", advirtió.