"La venta de ropa no entra entre los sectores esenciales, por lo que solo podía abrir la tienda cada ocho días, y de por sí las ventas están bajas porque las personas lo que más compran es comida. Pero tengo esperanza de que en estos meses que las personas cobran sus aguinaldos y compran los estrenos para Navidad puedan aumentar las ventas", expresó Sheila Rodríguez, de 46 años, propietaria de una tienda de ropa en el oeste de la capital, en diálogo con Sputnik.
En marzo de 2020, el Gobierno decretó una cuarentena radical ante la detección de los dos primeros casos de COVID-19, y en ese entonces solo podían trabajar los sectores esenciales, tales como: salud, seguridad, alimentación y telecomunicaciones.
Semanas después, la administración de Nicolás Maduro implementó un plan denominado 7+14, que consistía en siete días de flexibilización de los sectores económicos y 14 días de cuarentena.
Sin embargo, tres meses después, los días de cuarentena se redujeron a siete y el método pasó a ser 7+7.
Ahora, con casi el 70% de la población vacunada hasta el mes de octubre, Maduro decidió decretar una flexibilización desde el 1 de noviembre hasta el 31 de diciembre, pero con la advertencia de que en enero se retomará el método 7+7.
El mandatario ha dicho que esta medida busca la "seguridad, salud y felicidad del crecimiento económico".
Desde mediados de este año la medida no se cumplía a cabalidad, pues durante los días de cuarentena era común ver comercios con las puertas entreabiertas.
En ese sentido, Carlos Rojas, de 25 años, barbero, consideró que la flexibilización amplia era necesaria para poder laborar todos los días.
"Es necesaria esta flexibilización, porque aunque en muchas ocasiones trabajamos con puerta cerrada durante la semana radical, no es igual que tener la libertad de tener la barbería abierta para todos los que quieran venir y no solo clientes fijos, que era a quienes estábamos atendiendo durante esos días. Y cuando trabajábamos con la puerta cerrada muchas veces los funcionarios de la Guardia (componente de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana) o los policías pasaban y se daban cuenta que teníamos clientes dentro y nos mandaban a cerrar", comentó.
De igual manera, Anymariel Martínez, de 23 años, trabajadora en una tienda de adornos navideños, dijo que fue una medida acertada decretar la flexibilización los dos últimos meses del año.
"Nosotros como tienda de venta de artículos navideños dependemos de estos dos últimos meses porque en el resto del año no vendemos estos artículos. Para nosotros es bueno que hayan decretado la flexibilización y poder abrir todos los días, porque siempre hay personas que quieren comprar cosas nuevas para decorar su casa en Navidad", señaló la mujer.
Realidad económica
El presidente de la Cámara de Comercio del estado La Guaira (norte), Eduardo Quintana, en conversación con Sputnik manifestó que el éxito de la flexibilización para los comerciantes dependerá de que las personas tengan capacidad económica para salir a comprar.
"La gente va a empezar a salir. Ahora, la pregunta es: ¿habrá condiciones económicas para adquirir algunos productos? Es bastante difícil y cuesta arriba decir que es positivo. Pero seguramente habrá quienes puedan enfrentar la realidad económica del país, y podrán ir a los comercios y a las tiendas", indicó.
El salario mínimo en Venezuela es de siete bolívares (1,7 dólares), de acuerdo con el último aumento que realizó el Gobierno el 1 de mayo pasado. Por esa razón, empresas privadas y del Estado pagan bonos mensuales, pero que no tienen incidencia en las prestaciones sociales de los trabajadores.
Quintana, también directivo de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), indicó que el sector empresarial solicitó desde hace meses al Gobierno la eliminación del método de cuarentena y flexibilización.
Además, consideró que los ciudadanos que reciben remesas de sus familiares en el exterior son los que podrían en su mayoría realizar compras durante estos últimos meses del año.
"Expectativas tenemos muchas porque sabemos que una parte de la población recibe remesas y esa es una gran ayuda que hay, y de ahí podrían salir las compras que pudieran haber en estos días y que pudieran beneficiar y motivar la economía comercial", acotó.
Desde el 2013, Venezuela enfrenta una hiperinflación, la cual el Gobierno ha asegurado es inducida por el bloqueo económico.
8 de octubre 2021, 22:22 GMT
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la contracción económica de este país será del 5% en el 2021.
Entretanto, Maduro ha asegurado que su país avanza hacia el crecimiento real de la economía, a pesar de las sanciones y amenazas que enfrenta por parte de gobiernos extranjeros.