"Es aquella historia; se sabe que el presidente Bolsonaro sufre una serie de críticas, entonces va a llegar a un sitio en el que todo el mundo le va tirar piedras", dijo el vicepresidente para justificar su ausencia, según recoge el portal UOL.
Mourao señaló que "hay un equipo robusto" representando al Gobierno capaz de liderar la estrategia de negociación.
La delegación brasileña estará representada sobre todo por el ministro de Medio Ambiente, Joaquim Leite.
El vicepresidente tampoco irá, a pesar de que preside el Consejo Nacional de la Amazonía y es la voz del Gobierno para los temas relacionados con la lucha contra la deforestación.
Mourao atribuyó las críticas que Brasil sufre en la escena internacional por su política ambiental porque en su opinión la izquierda tiene más conciencia ecológica, entonces una parte de esas críticas tienen una connotación política porque buscan atacar a un Gobierno de derecha.
También apuntó intereses económicos de diversos países que se sienten amenazados por la pujanza del sector agrícola y ganadero, y que usan la cuestión ambiental para forzar políticas proteccionistas en el comercio.
Bolsonaro llegó este viernes a Roma para participar en la cumbre del G-20, y aunque la mayoría de líderes presentes después se desplazarán a Glasgow para la cumbre cobre el clima, el presidente brasileño se quedará en Italia.
En su agenda en Italia participará en un homenaje a los soldados brasileños caídos en la Segunda Guerra Mundial y visitará la pequeña ciudad de donde son originarios sus antepasados, Anguillara Vêneta, en el norte del país.