El maestro en política social y desarrollo y doctor en políticas públicas Víctor Aramburu, egresado de la London School of Economics y del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), conversó con Sputnik a propósito de este fenómeno de evasión de obligaciones fiscales que operan ricos en la política, la farándula, la cultura, los negocios, entre otros espacios.
"No se ha logrado tener una coordinación a nivel internacional para reducir la evasión fiscal y siempre existen este tipo de recovecos en varias partes del mundo, siempre han existido", reconoce el especialista.
"Realmente Suiza es independiente por esa razón, es un país que está entre tres grandes potencias (Alemania, Francia e Italia), los capitalistas pase lo que pase necesitan un puerto seguro, un safe heaven donde tener su lana guardada, el problema es que otros países han copiado esa estrategia, porque además es bastante redituable", expone.
Este fenómeno produce que incluso países muy pequeños hagan prácticamente del paraíso fiscal su motivación central, como Bahamas, o que potencias como el Reino Unido recurran a territorios de ultramar en los que hasta cierto punto reconocen alguna autonomía, mientras al mismo tiempo echan mano de los beneficios de baja recaudación fiscal, como las Islas Vírgenes Británicas o las Islas Caimán.
Desarrollados en el margen de la legalidad, estos paraísos fiscales llevan a que países más grandes, como Países Bajos o Irlanda, ofrezcan modelos de ventajas en materia de impuestos, al grado de que Uber y Netflix están registrados en Holanda. O bien la prestadora de servicios Didi está registrada en Singapur, país con fuertes rasgos de paraíso fiscal por su baja tributación.
"El problema es que eso lleva a un equilibrio de bajo nivel porque si algún país te empieza a cobrar menos impuestos y a tener esta onda del secreto fiscal, todos los demás lo van a hacer", opina Aramburu.
Además, la coordinación internacional para regular estos fenómenos es muy compleja, porque no solo compromete el respeto a las soberanías, sino que es muy fácil que se abran opciones de baja recaudación de impuestos. Con que un país empiece a cobrar menos, se genera el incentivo de traicionar, los demás también se van a la baja, agrega el académico.
En materia de coordinación internacional se ha buscado establecer un impuesto mínimo mundial y la regulación de los paraísos fiscales entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), entre los que figuran países como México, España y Colombia, no ha registrado logros concretos.
Estos esquemas son utilizados por magnates y países sin consecuencias ni responsabilidad moral, reprocha el docente del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
Presión popular, una posible solución
"No está mal que este tipo de cosas se ventilen, el problema es que no tienen consecuencias", señala Aramburu al respecto de las revelaciones de los llamados Papeles de Pandora, que identifican entre otros al presidente de Ecuador, Guillermo Lasso; a la cantante Shakira; al novelista Mario Vargas Llosa; al intérprete mexicano Luis Miguel o al senador mexicano Armando Guadiana como beneficiarios de paraísos fiscales y empresas offshore.
Una manera de solucionar esto es a través de la presión pública y de los congresos nacionales encargados de establecer los marcos legales necesarios para contener estos fenómenos. Sin embargo, también se antoja difícil este panorama por conflictos de interés, reconoce.
"Los propios legisladores a veces son los mismos que salen embarrados, la gente que utiliza estos paraísos fiscales. La única forma es metiéndole presión por parte del electorado y un trabajo de concientización" para entender las consecuencias de la evasión fiscal, evalúa el académico.
"No pensaría yo que es una estrategia coordinada y que todos los ricos están de acuerdo, no necesariamente es lo que pasa, pero sí tienen el poder evidentemente de influir en elecciones y una vez que pasan sus representantes pues les van a hacer leyes que evidentemente les favorezcan", agrega.
Señalados en los Papeles de Pandora como el senador Armando Guadiana, añade Aramburu, difícilmente va a legislar en contra de sus propios intereses de beneficiario de estos esquemas de evasión y, por tanto, darse un balazo en el pie.
Sobre el trabajo de concientización entre la ciudadanía, hay que hacer ver que esta evasión tiene consecuencias en carreteras, escuelas, servicios públicos, enumera el egresado del CIDE. Se vuelve necesario rescatar lo público y dejar claros los daños de los paraísos fiscales.
"A nivel ciudadano pudiera ser casi imperceptible, pero de pocos en poquitos es un montón de dinero", estima.
Los ciudadanos que no se encuentran del lado del capital, sino del trabajo deben buscar medidas para contrarrestar estos modelos de evasión tributaria, evalúa el académico.
Desde la perspectiva de la comprensión del fenómeno, Aramburu identifica que organizaciones como la OCDE han fomentado su estudio y la conformación de bases de datos para comprenderlo, mientras que antes era inimaginable que en el club de los países ricos se discutiera el tema.
"Ya está sobre la mesa y posiblemente vayamos en la dirección correcta y este tipo de cosas sirven de entrada para generar indignación, pero (falta) pasar de la indignación a la politización", señala.
Coordinación institucional y penas más severas
Además de la indignación pública y su expresión en programas políticos, otra forma de contener los paraísos fiscales es fortalecer a cuerpos de investigación como la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda del Gobierno de México, considera el académico.
También, indica, sería positivo ampliar recursos e instrumentos en instituciones como el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), además de fomentar su coordinación para perseguir estas irregularidades con herramientas electrónicas.
"Obviamente esta gente no anda con lingotes de oro, todas estas son transferencias electrónicas y necesariamente tienen que estar registradas, detectarlas no debe ser tan difícil, lo mismo con sus declaraciones fiscales", estima el docente.
Además, sería conveniente fijar sanciones más severas, lo que también requiere ajustes legislativos y presupuestales.
"Claro que uno quisiera ver más cosas, como una reforma fiscal, entre otras cosas, pero al menos digamos que ya se enderezó el barco, al menos en términos de que ya no hay condonaciones. Nos conviene tener un sistema de fiscalización y auditoría fuerte porque eso es disuasorio", dijo.
Otro aspecto indispensable es la orientación saludable del gasto público, pues los empresarios fácilmente se rehusarán a pagar impuestos si un gobernante como Enrique Peña Nieto los gasta en sueldazos para la burocracia dorada.
Al menos en México ya no hay Estafas Maestras, casas blancas ni otros escándalos de desvío de recursos públicos y conflictos de interés entre el gobierno y particulares, se invierte el dinero público en becas, pensiones y obra pública, sostiene Aramburu.
4 de octubre 2021, 20:50 GMT