"El gobierno mantiene movilizados de manera permanente, diariamente, en todos los centros penitenciarios de Ecuador, a 3.600 efectivos de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas con el objetivo de retomar el control y garantizar la seguridad en esos centros penitenciarios", dijo en conferencia de prensa la ministra de Gobierno, Alexandra Vela.
Los efectivos movilizados para controlar la seguridad en los recintos carcelarios de Ecuador están al mando de los generales de la Policía Nacional y los oficiales de las Fuerzas Armadas, bajo la coordinación de la comandante general de la Policía Nacional, Tannia Varela, todos ellos presentes en el territorio.
Vela agregó que hasta el momento los técnicos forenses han identificado 41 cuerpos del total de 118 asesinados durante la masacre del 28 de septiembre.
Apenas 21 cuerpos fueron ya entregados a sus familiares y los 20 restantes se entregarán en las próximas horas.
Desde 2010 las cárceles ecuatorianas registran periódicos sucesos de violencia, agravados desde el año pasado.
Según expertos, están relacionados con bandas locales, que trabajan para carteles internacionales de tráfico de estupefacientes, y los hechos violentos son disputas por el territorio y el poder entre esas bandas.
Desde el 29 de septiembre rige el estado de excepción para las cárceles del país, en un nuevo intento por controlar la violencia.
La Policía dijo el 1 de octubre que continúa realizando operativos de requisa en cada pabellón de la cárcel de Guayaquil, en la que se produjo la masacre.
Mientras tanto, la Secretaría de Derechos Humanos habilitó en Guayaquil una oficina para atender a los familiares de las víctimas de la masacre, con respaldo psicológico.