"Es un programa de recuperación económica, generación de empleo e inclusión social de las trabajadoras de casas particulares", sostuvo durante un acto la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta.
El Programa Registradas (Recuperación Económica, Generación de Empleo e Inclusión Social) permite rescatar de la irregularidad a "un sector históricamente feminizado, precarizado y subvalorado, aun cuando es una tarea fundamental que implica el sostenimiento de la vida y de la economía", destacó la ministra.
La inscripción a este programa estará disponible desde octubre y hasta diciembre, y permitirá al empleador cobrar entre el 30 y el 50% de la remuneración establecida al momento de dar de alta a la trabajadora.
La cobertura por cada empleada será de hasta 15.000 pesos (144,5 dólares al cambio oficial) y tendrá una vigencia de seis meses.
Podrán acceder a este beneficio aquellos empleadores que ingresen menos del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias (al salario), que el Gobierno subió la semana pasada a 175.000 pesos (1.686,7 dólares).
Los beneficiarios deberán responsabilizarse de los aportes, las contribuciones y de la cuota de las aseguradoras de riesgos de trabajo de la trabajadora.
Formalización
Uno de los requisitos establecidos es que la trabajadora esté contratada al menos 12 horas semanales.
Al presentar este plan, el ministro de Economía, Martín Guzmán, señaló que "la pandemia ha sido desigualadora en todo el mundo, y ha afectado especialmente a la situación económica de las mujeres".
"El rol activo del Estado es fundamental para atacar estas desigualdades y el esquema de políticas públicas que venimos adoptando tiene como una de sus bases esa premisa", afirmó.
La directora de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), Mercedes Marcó del Pont, afirmó a su vez que las trabajadoras registradas recibirán del Banco público Nación "una tarjeta de crédito que va a tener un límite que se va a similar a un Salario Mínimo Vital y Móvil de hasta 32.000 pesos (308,4 dólares)".
Las trabajadoras registradas podrán compaginar su empleo con las asignaciones que mantiene el Ejecutivo para la población más vulnerable, como la Asignación Universal por Hijo, la Asignación Universal por Embarazo, la Tarjeta Alimentar, el Plan Progresar, para la finalización de estudios y el de Potenciar Trabajo.
Si accede a esta ayuda, el empleador se compromete a mantener el puesto de trabajo de la trabajadora al menos cuatro meses después de la finalización del beneficio.
En el primer trimestre del año estaban contratadas de manera formal unas 640.000 personas que trabajaban en casas particulares, cuando en el mismo período de 2020 eran en torno 927.000, según el Boletín de Estadísticas Laborales del Ministerio de Trabajo.
En el último año, por lo tanto, unas 287.000 personas dejaron de estar registradas como personal doméstico.