Desde tiempos de la colonia española (entre los siglos XVI y XIX), departamentos como Oruro y Potosí dependen completamente de la producción minera para mantener la vitalidad de sus economías regionales. Pero la variabilidad de los precios internacionales de los metales, así como la desaceleración económica causada por la pandemia de COVID-19, dejó a este sector en crisis.
Diversas organizaciones sociales, obreras y gubernamentales realizaron este 25 y 26 de agosto la Cumbre Minera de Oruro (233 kilómetros al sur de La Paz), con la finalidad de reactivar este rubro fundamental para el departamento andino. Reclamaron más apoyo del Gobierno para extraer minerales y aseguraron que es indispensable contar con el consentimiento de las comunidades cercanas al sitio de explotación.
Sin embargo, ahora el contexto internacional resulta favorable para la extracción y venta de minerales. Por ello, los sectores mineros plantearon modificar algunas reglas de juego para que en el país queden más regalías y para que más personas puedan trabajar en las minas. Manifestaron que la explotación debe efectuarse cuidando al medio ambiente.
"Es importante establecer líneas de acción. En ese sentido, tenemos que solicitar al Estado Plurinacional que diseñe una política minera-metalúrgica para reactivar y desarrollar este importante sector productivo nacional a la brevedad posible", dijo a Sputnik Jorge Lazzo Valera, director ejecutivo de la Federación de Empresarios Privados de Oruro.
"Se debe otorgar seguridad jurídica para atraer inversiones a través de concesiones mineras a pequeños y medianos productores, para generar empleos y pago de regalías", comentó Lazzo.
Y evaluó que es necesario "modificar las condiciones y reglas de los productores mineros para no ahuyentar a inversionistas, para lograr un avance sostenible de la actividad productiva". Para ello será necesario contar con el trabajo legislativo de la Asamblea.
El dirigente empresarial consideró importante "cumplir con la normativa ambiental y establecer parámetros de producción que permitan trabajar en un contexto de protección y cuidado del medio ambiente".
Minería y Pachamama
El debate sobre el cuidado del medio ambiente estuvo presente en todas las mesas de discusión de la Cumbre Minera, que tuvo lugar el 25 y 26 de agosto en el Centro de Convenciones de la Facultad Nacional de Ingeniería (FNI), en la capital orureña.
Allí se reunieron afiliados a la Central Obrera Departamental (COD) de Oruro, la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) regional Oruro y funcionarios del Gobierno departamental, entre otros.
Ever Choque, de la federación minera de Sora Sora, dijo a Sputnik que es preocupante "la falta de socialización de los proyectos con las autoridades de las comunidades cercanas al sitio del yacimiento".
Según el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las comunidades indígenas deben ser consultadas cada vez que se pretenda realizar un emprendimiento que afecte a sus territorios. Este documento tiene rango de ley en Bolivia.
"Hay que ponerse de acuerdo con los comunarios para empezar a trabajar, pero algunas veces hay oposición por parte de los comunarios. Pero desde el lado sindical se cree que no puede haber oposición, porque al fin y al cabo el yacimiento va a generar recursos económicos para el departamento y la comunidad", dijo Choque.
Sostuvo que un emprendimiento minero "va a crear fuentes de trabajo. Pero se tiene que hacer sin perjudicar a las comunidades. Si no trabajamos de la mano con el medio ambiente, no nos van a dejar".
En caso de que las comunidades den su consentimiento, los mineros en muchos casos no pueden comenzar la explotación del yacimiento, porque no tienen el capital inicial: "Así pueda yo conversar con los compañeros comunarios, no voy a poder empezar a trabajar porque no hay plata", comentó Choque.
"La falta de inversión en proyectos de operación minera es la gran contra que hemos encontrado. No tenemos dinero para iniciar la extracción", evidenció. Actualmente, el departamento se queda con el 3% de las regalías mineras. Consideraron que esta suma es "mísera", por lo cual las arcas departamentales no pueden reinvertir recursos para mantener un crecimiento sostenido en el sector.
Por ello, en Oruro piensan en exigir un aumento del porcentaje recibido.
"Sería una buena hora para que entremos a hacer explotación minera con recursos del departamento. Pero lamentablemente nos dicen que nuestras gestiones no se dan, porque no hay dinero para estos cometidos", contó Choque.
Otro obstáculo está en la antigüedad de las maquinarias: "Estamos atrasados con relación a las nuevas tecnologías y mecanizaciones. En nuestras empresas seguimos con métodos arcaicos", consideró el trabajador de Sora Sora, cuyo río es uno de los más contaminados del departamento, justamente por las operaciones mineras.
Para superar estas dificultades, es fundamental llevar una planificación adecuada. En este aspecto, se debe prever que una mina tiene una vida útil de cierta cantidad de años, pero finalmente se agota y quedan los mineros desempleados.
"Tenemos que buscar nuevas fuentes de trabajo, según los años de vida útil que le quede a cada empresa. Porque son recursos no renovables, que se terminan y de inmediato quedamos desocupados", dijo el minero.
Tata Gabino Llanos Sena es la máxima autoridad de la comunidad Cebada Mayu, en el municipio orureño de Machacamarca. Comentó que el desempleo es también el mayor problema de su población. Por ello, los jóvenes emigran a las ciudades y así los ayllus (comunidades, en idioma Aymara) languidecen hasta desaparecer.
Las comunidades indígenas están en el dilema de aceptar la explotación minera, con los efectos nocivos que deja al medio ambiente, o dejar que hijas e hijos se muden a las ciudades para que solamente queden los más ancianos habitando ayllus vacíos.
"En mi ayllu contamos con un distrito minero metalúrgico que es rentable. Estoy pidiendo la intervención minera, porque la juventud necesita trabajar", dijo la autoridad originaria a Sputnik.
"Nuestros jóvenes estudian, salen bachiller, profesional, pero no hay trabajo en la comunidad. Por eso más se dedican a irse al exterior, o a robar. A fin de evitar problemas, pido la reactivación minera", dijo el tata Llanos.
La nueva fiebre del oro
Con la prevalencia de la pandemia de COVID-19, el mercado boliviano de metales se sacudió notablemente. En 2020, la India se consolidó como mayor comprador de oro del país.
Según la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (CANEB), entre enero y mayo de 2021 India fue el principal destino de las exportaciones, con 518 millones de dólares. De esa cifra, más del 95% corresponde a oro en lingotes.
Actualmente, la explotación de oro se efectúa en ríos de la Amazonía con dragas, en un proceso que deja las aguas contaminadas con mercurio y otros metales. De allí las comunidades indígenas obtienen peces tóxicos, que constituyen la base de su alimentación.
Mientras se desarrollaba la Cumbre Minera en Oruro, en la ciudad de La Paz los mineros auríferos marchaban para exigir reducciones tributarias y mayores áreas de explotación. Al final del día, habían llegado a un acuerdo con el Gobierno, cuyos detalles aún no trascendieron.
Tras esta cumbre de Oruro, se prevé realizar una Cumbre Nacional de Minería, cuya fecha aún no fue determinada. Allí, los diversos sectores llevarán sus propuestas para reactivar la explotación en las montañas de los Andes.