Cansada de recriminar la ausencia de policía municipal y patrullajes que brinden seguridad a su zona, doña Laurita primero usó un garrote para patrullar las calles, entonces se percató de que los delincuentes no le tenían miedo y optó por un machete.
"Le estamos echando ganas para aprender, no directamente a matarlo, no, pero sí, sus cocolazos sí se los lleva", dijo doña Laura a Milenio.
En una entrevista con el medio mexicano, relató que ella hace su recorrido por las calles desde temprano porque ha habido muchas denuncias de los vecinos que dicen que se están robando las baterías de los carros, también los medidores de agua y asaltan a las personas.
Según Laura, los ladrones van en moto, en auto o a pie, armados con picahielos, navajas o armas blancas y ella con el machete puede defenderse en caso de ser necesario.