"Más allá del posicionamiento de izquierda o derecha, creo que los países en Latinoamérica lo que estamos aprendiendo de la pandemia es que una herramienta fundamental para resguardarnos es concretar y fortalecer el proceso de integración regional, de forma más decisiva", afirmó a Sputnik Mayta.
El canciller considera que otra hubiese sido la historia si América Latina hubiera tenido una "herramienta tan poderosa" como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) "potenciada" o una Organización de Estados Americanos (OEA) "que no estuviese en crisis".
"Esos procesos de integración nos han hecho falta, nuestros países a veces han tenido un diálogo solidario, pero en la mayoría de los casos ha sido un sálvense quien pueda. Eso se ve en que nuestras capacidades se han visto limitadas por un actuar individual", agregó.
Mayta sostiene que la realidad en la que llegó la pandemia hubiera sido distinta si, dentro de los procesos de integración, América Latina hubiese desarrollado sus capacidades para crear vacunas y producir medicamentos de acuerdo a los requerimientos de sus patrones culturales y características del sistema de salud.
"En cambio, hemos estado dependiendo de la solidaridad, apoyo y relacionamiento con proveedores de Asia, Europa o EEUU. El reto para el futuro para nuestros países es aprender esas lecciones, más allá de discursos demagógicos o chauvinistas, necesitamos integrarnos para fortalecernos", reflexionó.
La Unasur se encuentra en crisis desde 2018, por diferencias políticas entre sus países miembro y quedó paralizada desde abril de 2019, cuando Bolivia pasó la presidencia pro tempore a Brasil.
La CELAC es un mecanismo de diálogo y concertación política, que incluye a los 33 países de América Latina y el Caribe.