"La amenaza del espionaje y la injerencia extranjera es significativa y sigue creciendo; varios Estados son responsables de llevar a cabo tales actividades en Canadá, pero la inteligencia muestra que China y Rusia siguen siendo los principales responsables", dice el informe.
El comité parlamentario alega que China, Rusia e Irán se centraron en la investigación de la vacuna contra COVID-19 de Canadá, a pesar de que ningún candidato a inmunización del país avanzó hasta la fase de ensayo clínico.
El NSICOP también alega que los actores estatales, sobre todo China y Rusia, realizan actividades cibernéticas maliciosas dirigidas a las infraestructuras críticas de Canadá, realizando campañas de influencia en línea y vigilando a los disidentes en el extranjero.
El informe también destaca la creciente amenaza del crimen organizado y de los grupos terroristas, tanto extranjeros como nacionales.
El documento, que cita al principal servicio de inteligencia de Canadá (CSIS en inglés), afirma que de los 200 extremistas que han viajado al extranjero, 61 regresaron a Canadá, mientras que 122 se encuentran en Turquía, Siria e Irak, y algunos de ellos fallecieron.