Luego que en la noche del domingo 28 de marzo, el presidente Sebastián Piñera anunciara un proyecto para aplazar al 15 y 16 de mayo las elecciones de abril, debido al aumento de contagios por coronavirus, y que la oposición señalara que su apoyo estaría sujeto a "una serie de condiciones", como un cambio en la estrategia sanitaria y "la forma como se entregan las ayudas sociales y económicas", analistas ven en este aplazamiento una oportunidad tanto para que el electorado acceda a mayor información como para los candidatos menos conocidos o que compiten contra quienes van a la reelección .
"Hay una máxima que es que aquel que amenaza al que está en ejercicio, siempre requiere una campaña más larga que el que está en ejercicio. ¿Por qué? Porque hay un asimetría muy grande en términos de conocimientos entre el alcalde o alcaldesa en el poder, por ejemplo, versus el retador. El retador requiere una carrera más larga, más de fondo", señala a Sputnik Axel Callís, sociólogo, director de TuInfluyes.com y jefe del área electoral de Chile 21.
Una ventaja más bien limitada, si se considera que cambiar solo los plazos de los comicios no resuelve el tema de fondo, como lo advierte la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, quien se detiene en el difícil escenario que enfrentaría la eventual postergación de las elecciones de abril.
29 de marzo 2021, 16:35 GMT
"Por lo menos con los elementos que tenemos sobre la mesa no les podemos asegurar que los días 15 y 16 de mayo no vayamos a tener un escenario adverso, y va a ser un verdadero desafío para el Gobierno lograr una contención de la pandemia, y, a nuestro juicio, quizás lo más racional hubiera sido primero ver la caída de la curva", señaló Siches a la prensa.
"Ningún aplazamiento de las fechas de votación será de utilidad si no se toman medidas sanitarias y de seguridad social que permitan a la población hacer cuarentenas efectivas con derechos sociales e ingresos garantizados", declaró por su parte el Pacto electoral Apruebo Dignidad.
Cifras y falta de información sobre los candidatos
© Foto : Gentileza Servel
Todas estas declaraciones y requisitos solicitados por los distintos actores involucrados en el cambio de fecha no hacen más que ahondar, según los especialistas, la dudas frente a un proceso electoral complejo e inédito debido a la elección de constituyentes.
"Yo diría que es una elección teñida por la desinformación y la incertidumbre y las ganas de votar. Las personas tienen ganas de participar, pero la pandemia puede hacer mermar esas ganas de participar como ocurrió con los adultos mayores, las personas mayores de 85 años en el plebiscito de octubre pasado", detalla Cellís.
Lo cierto es que según la última encuesta de Plaza Pública-Cadem el 73% de los consultados cree que las elecciones deberían postergarse debido a la crisis por la pandemia, mismo sondeo que indica que la disposición a votar es de un 52%, 17 puntos menos que el plebiscito de octubre de 2020.
Estas últimas cifras, que si bien van a la baja, tienden a corroborar lo divulgado en el último sondeo de Data Influye, respecto a la importancia que los electores le dan a la votación de constituyentes: el 53% sostiene que la elección de los integrantes de la Convención Constitucional "es más importante para su futuro y de su familia", que las otras contiendas.
Es importante recordar que este 10 y 11 de abril se celebrarían varias elecciones en Chile: regionales y municipales, para elegir gobernadores, alcaldes y concejales, y la de la Convención Constituyente, para votar por 155 delegados y delegadas que se encargarán de la redacción de la nueva Constitución chilena.
Esta última fue resultado del referéndum del 25 de octubre de 2020, donde el triunfo lo obtuvo la opción Apruebo (78,27%) y de la opción Convención Constitucional (78,9%), que significó que la totalidad de los miembros convencionales constituyentes deben ser electos mediante voto popular.
Las cifras detrás de estos comicios son muchas. Según el Servicio Electoral de Chile (Servel) el padrón electoral chileno es de 14.900.089 votantes habilitados, quienes elegirán 2.768 cargos: 155 convencionales constituyentes, 16 gobernadores, 345 alcaldes y 2.252 concejales, con un universo total de candidatos que supera los 22.000 candidatos lo largo del país sudamericano. De los aspirantes, poco más de 2.000 son independientes, es decir, no forman parte de ningún partido tradicional.
Respecto a este tema, el Observatorio Nueva Constitución (ONC) dio a conocer los resultados de un análisis que realizó a las 1.468 candidaturas a la Convención Constitucional, revelando los orígenes de las y los postulantes, así como también sus oficios.
El estudio sostiene que un solo 23% de los candidatos tienen experiencia en política, es decir, que "el candidato/a había sido autoridad electa, autoridad designada, asesor(a), dirigente de partido o dirigente universitario". Por lo tanto, un 77% no tiene historial en política.
Un panorama que según los encargados de la investigación muestra sobre todo que hubo un surgimiento de "muchos liderazgos nuevos a partir del estallido social", según detalló a la prensa el abogado constitucionalista Tomás Jordán, coordinador académico del ONC.
Para Callís, esto también implica que es difícil que toda la población tenga tiempo para informarse por quién votar. "Son cuatro elecciones, hay una confusión muy grande respecto a la cantidad de candidatos que hay", remarca el sociólogo.
De hecho, la encuesta de Data Influye indica que, respecto a la intención de voto, la mayoría de los consultados se declara a favor de los independientes. "Los bloques políticos están desdibujados en este mar de 178 listas inscritas para la elección. Los partidos no son ni el 10% de los inscritos, y además hay una 'partidofobia' en el proceso constituyente, al punto que los independientes dentro de las listas de partidos están arrastrando a los militantes”, explica Callís.
A partir de este análisis y frente a la posibilidad que haya sorpresas en estas elecciones, el analista sostiene que, si bien la gente no quiere votar por los partidos, cuando vaya a votar estará en una encrucijada:
"Por una parte van a conocer más personas a lo mejor del mundo de los partidos, pero por otra parte no van a querer votar por los partidos. Entonces ahí cada uno va a tener que decidir si vota por el conocido del partido, o si vota por el desconocido independiente que no es de partido", puntualiza.
Una oportunidad para algunos desconocidos
Un votante chileno sufragando
© Foto : Gentileza Servel
Frente a la posibilidad que el aplazamiento en la fecha de las votaciones pueda servir para mejorar y ampliar la información sobre muchos de los candidatos, Callís sostiene que este problema radica en que "hay muchos candidatos y están todos los puentes cortados con la ciudadanía en términos de flujos de información".
Lo que se profundiza con la pandemia, debido a que cuesta que los candidatos compitan, sobre todo en asuntos territoriales, aunque advierte que este mes podría beneficiar a ciertos candidatos más anónimos.
"Candidatos que son más desconocidos pero que tienen recursos, o sea no al desconocido pobre. El desconocido pobre va a seguir siendo desconocido pobre, pero el desconocido con plata va a poder mejorar su posición, por lo tanto, yo creo que esto va a tender a favorecer a un segmento político más que a otro".
También el sociólogo considera que puede haber más acceso a la información porque los medios de comunicación van a tener que rellenar un mes más de campaña, " varios canales de televisión van a poder invitar a muchos más alcaldes, o sea candidatos a alcalde y constituyentes de lo que había ahora", opina.
"Porque en el fondo ahora estaban invitando a los más conocidos, pero ahora como ya se le acabaron los conocidos van a empezar a invitar a lo más desconocidos y eso es una oportunidad para ellos", añade.
Proyecciones y sorpresas
Votación en el Estadio Nacional durante el plebiscito por la reforma constitucional
© Sputnik / Carolina Trejo
Alex Cellís prefiere no dar proyecciones, particularmente respecto a elecciones constituyentes, no solo porque es inédita, sino porque tiene condiciones de inscripción de electores que son completamente distintas a las conocidas con anterioridad.
"Por una parte es una elección donde compiten más de 79 listas. El 62% son independientes, la gente quiere votar por independientes y en comparación a las elecciones de diputados, que usan los mismos sistemas y los mismos distritos, la [última] elección de diputados había 10 listas, ahora hay 79, y el 90% eran candidatos de partidos políticos", explica.
Para el sociólogo, no obstante, la derecha tiene una votación más estable y tiende a la sobrerrepresentación porque siempre la oposición, la centro-izquierda, se fragmenta, "entonces como este es un sistema que tiende a valorar o representar al que saca la primera mayoría, si la derecha saca la primera mayoría, en los veinte y ocho distritos, puede que tenga una sobre representación de electos por sobre el porcentaje que obtuvo finalmente", advierte.
Incertidumbre y Cambios
Votación en el Estadio Nacional durante el plebiscito por la reforma constitucional
© Sputnik / Carolina Trejo
Respecto a la participación en estas elecciones, el analista reitera que existe muchas ganas de participar sobre todo en el ámbito de los constituyentes, no así en el ámbito de los gobernadores y concejales, y es mediano el interés para alcaldes. Sin embargo, siguen existiendo muchas dudas en los electores que se profundizan con los últimos anuncios.
"La última vez que hubo elecciones en Chile, el 2016, ha sido la elección con menos participación desde la vuelta a la democracia, votaron menos de cinco millones de personas, lo normal son siete, por ahí, 4,8 millones. Y luego del plebiscito se esperaba que estas elecciones fueran superconcurridas, por lo tanto, en una palabra, es la incertidumbre".
30 de marzo 2021, 17:04 GMT
Desde el punto de vista de las personas, sostiene Callís, la ciudadanía espera que haya cambios. "La gran palabra que está detrás de eso y en todas las encuestas que yo hago o participo con nuestra empresa TuInfluyes, el gran concepto que está es esperanza, entonces esperanza, equidad, cambio".
"Son como los que están asociados al futuro y por eso yo creo que la gente quiere participar mucho. Ahora, ojalá que estén las condiciones sociosanitarias para que eso se puede hacer", concluye.