Los protestantes llevan pancartas y gritan los eslóganes contra el proyecto.
El proyecto de ley generó violentas protestas y duras críticas por parte de periodistas, activistas y defensores de los derechos humanos, y pretendía prohibir la publicación de cualquier foto o grabación que identificara a la policía de cualquier forma que se considerara malintencionada.
Los infractores se arriesgarían a una pena de prisión de hasta un año y a una multa máxima de 55.000 dólares.