Según el periódico, esos ataques se deben al temor de que los beneficios petroleros contribuyan a la financiación del extremismo en la región.
Desde finales de 2019, Israel ha estado utilizando supuestamente minas navales y otras armas para atacar a buques iraníes, o aquellos que transportan carga iraní, mientras navegan hacia Siria en el mar Rojo y otras vías acuáticas.
Ningún petrolero fue hundido en estos ataques, pero al menos dos buques tuvieron que regresar a Irán, que sigue enviando millones de barriles a Siria en violación de las sanciones de Washington contra Teherán y de las sanciones internacionales contra Damasco.
Israel no comenta tales incidentes; la oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu remite las preguntas correspondientes al Ejército israelí que, a su vez, declina comentar su presunta implicación en los ataques.