"Cuando la denuncia no es pública y se mediatiza, las instituciones callan y se vuelven cómplices, porque el sistema machista y patriarcal de El Salvador tiene grandes deudas con el acceso de la mujer a la justicia", aseguró Genovéz, víctima de Silva.
La Policía Nacional Civil arrestó el 8 de marzo a Silva por los delitos de difusión ilegal de información, acoso a través de las tecnologías de comunicación y expresiones de violencia contra las mujeres, en perjuicio de Genovéz y de la diputada Karina Sosa.
Ambas militan en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y desde la semana pasada eran acosadas e insultadas por Silva, responsable de un canal de YouTube dedicado a ensalzar la gestión del presidente Nayib Bukele.
La hostilidad empeoró en el hotel donde tiene lugar el escrutinio final de los resultados de las elecciones legislativas y municipales del pasado 28 de febrero, en las cuales Genovéz y Sosa aspiraban a una diputación, aunque finalmente no la obtuvieron.
Integridad en riesgo
En diálogo con Sputnik, Genovéz afirmó que Silva la difamó al asegurar que había insultado a un periodista, la calumnió al tildarla de "delincuente", la persiguió por el local mientras la filmaba para una transmisión en vivo y le lanzó mensajes ofensivos.
La abogada y activista confesó que sintió miedo por su integridad física, pero sobre todo por la impunidad con que se manifestó Silva, a quien la policía permitió acceder a lugares restringidos incluso para los reporteros acreditados en el proceso.
9 de marzo 2021, 20:33 GMT
Varios periodistas se solidarizaron con la víctima, y cuestionaron la acreditación de Silva como supuesto reportero de la estatal Radio El Salvador.
"Entonces denuncié ante la Procuraduría para los Derechos Humanos la complicidad del Estado porque ¿cómo es posible que Radio El Salvador, pagada con fondos públicos, acredite a este sujeto para acceder a un espacio serio y regulado?", señaló.
Solo entonces el Tribunal Supremo Electoral le revocó la acreditación a Silva, pero este prosiguió sus amenazas en redes sociales contra Sosa y Genovéz, quienes solicitaron medidas de protección a un juzgado especializado ante la pasividad de las autoridades.
"La policía, que pudo arrestarlo en flagrancia y no lo hizo, podría incurrir en el delito de obstaculización de la justicia, y la Fiscalía tampoco actuó de entrada, y luego me negó una copia del acta de denuncia; si no reclamamos, el caso queda ahí", afirmó Genovéz.
Orden de arresto
El 8 de marzo, el Ministerio Público emitió una orden de arresto contra Silva y lo detuvo casi a la medianoche, al localizarlo en un hotel cercano al lugar donde transcurre el escrutinio para declarar firme el resultado electoral.
La Policía le incautó a Silva una pistola calibre 40 milímetros de fabricación checa, lo cual inquieta aún más a Genovéz, para quien es un peligro que un individuo que se expresa con tal misoginia porte un arma de fuego, aún con permiso.
Para la abogada, es alarmante que muchas víctimas de violencia contra la mujer no tienen la capacidad de denunciarlo públicamente y sus casos caen en la impunidad o terminan peor.