"Las escuchas al presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, son un intento de golpe de Estado", dijo a la cadena TV Pink.
La noche del sábado 6 de marzo el ministro de Interior del país, Aleksandar Vulin, comunicó que Vucic y miembros de su familia fueron objeto de más de 1.500 escuchas ilegales. Las transcripciones de las conversaciones del presidente serbio, según Vulin, se entregaron a algunos altos cargos del Ministerio de Interior.
Brnabic supuso que detrás de las grabaciones ilegales podría estar un grupo de agentes del Ministerio del Interior y políticos del gobernante Partido Progresista Serbio.
Ese grupo, según la primera ministra "abarca también organizaciones criminales, la mafia y una parte de los medios de comunicación en Serbia, así como una parte de las autoridades judiciales". Además, Brnabic apuntó a la presunta implicación de los servicios extranjeros.
"El objetivo era desestabilizar a Serbia mediante una eliminación física o cualquier otra de Vucic", afirmó.