El expresidente de EEUU, Donald Trump, y su equipo confían no solo en su absolución, sino también en que el Partido Republicano saldrá consolidado de este juicio.
Según publica el portal Politico, los aliados de Trump, aunque ya no sean muchos como cuando era presidente, incluso pueden sacar provecho de esta situación para unir más a los republicanos.
"Él es de teflón, cierto. Ha pasado un mes desde el asalto al Capitolio y yo diría que, en su mayor parte, el Partido Republicano se ha unido detrás de él", dijo un exfuncionario de campaña de Trump.
Los asesores de Trump sugieren que este juicio político ya ha demostrado ser beneficioso para el expresidente porque expone la deslealtad dentro de las filas de sus partidarios y provocan una reacción de las bases contra los republicanos que han intentado alejarse de las bases del partido.
"Ayudará a exponer más manzanas podridas que él puede tener en las primarias si los senadores votan para condenar", agregó el exfuncionario de campaña.
Si bien Trump se ha mantenido en contacto con los aliados políticos y asesores de cara al juicio político, por el momento ha mantenido un perfil bajo, posiblemente para demostrar indiferencia ante lo que está pasando para restarle importancia al impeachment. Pero esto no durará por mucho, pues los asistentes de Trump creen que una vez finalice el juicio, el expresidente resurgirá gradualmente en público dirigiendo su atención para buscar venganza contra los republicanos que traicionaron a su partido y votaron a favor del juicio.
Sin embargo, el conservador Brill Kristol sugiere que es posible que el juicio contra Trump pueda llegar a una condena, por eso ha impulsado un Proyecto de Responsabilidad Republicana que se compromete a recaudar 50 millones de dólares para aquellos republicanos que apoyan el juicio y también ha gastado medio millón de dólares en anuncios dirigidos a 22 senadores que cree que podrían condenar a Trump.
Al menos 17 senadores republicanos tendrían que unirse a los 50 demócratas del Senado para condenar a Trump por incitar a una insurrección.
El expresidente rechazó la solicitud de los demócratas para testificar en persona durante el juicio y por el momento permanece en su mansión ubicada en Florida. Mientras tanto, sus abogados defensores están al tanto de los procedimientos del juicio que sigue su curso y buscarán explicar a los senadores que "es absurdo e inconstitucional llevar a cabo un juicio político contra un particular".
A su vez, algunos demócratas han expresado su desinterés en un juicio prolongado porque el Gobierno de Biden tiene otras prioridades, como la del plan de alivio por la pandemia.